Necesitaba construirse un currículum de empresario y lo consiguió a costa del Real Mallorca. El treintañero Joan Batalla Juanola (1980, Sabadell) aterrizó en noviembre del año pasado dispuesto a comerse la isla. Traje impecable, peluco caro y verbo grandilocuente pero impreciso. Atendía a los periodistas en el vestíbulo de un hotel del Paseo Marítimo, flanqueado por su socio Marc Toscas y un par de intermediarios residentes en la isla. Primero dijo que compraría 1.500 pisos de promociones inmobiliarias estranguladas por la crisis y, como no alcanzó la repercusión mediática deseada, días después se descolgó con la inminente adquisición del equipo de fútbol bermellón. La astracanada le reportó generosos titulares en Mallorca y en el resto del país durante una semana. Por fin se había hecho un nombre. Con un botín cargado de fama retornó a la península y se olvidó de sus ínfulas balompédicas.

Joan Batalla Juanola ha vuelto a la actualidad a su pesar. Los Mossos d´Esquadra le detuvieron en Sabadell el pasado lunes desde las diez de la mañana hasta las tres de la tarde a raíz de la presunta estafa millonaria cometida por su antiguo jefe, el propietario de Fincas Corral, Josep Xicola. Finalmente, los Mossos dejaron "sin efecto" la detención de Batalla a condición de presentarse ante el juez, indicaron ayer fuentes de la policía autonómica a este diario. Sus abogados sostienen que no está imputado en la causa. Batalla fue director general de la red de Fincas Corral, una sociedad que adeuda cerca de 13,5 millones en nóminas e indemnizaciones de los trabajadores.

Xicola compró Fincas Corral en 2008. En poco tiempo se hizo popular. En su despacho de la Rambla de Catalunya recibía a todo el mundo para contar sus "ambiciosos" planes, con desparpajo, descamisado. Batalla Juanola secundaba las baladronadas de su jefe: la empresa iba a abrir 4.000 oficinas en México y Panamá, ficharía a los mejores profesionales del sector, compraría promotoras y redes de oficinas. Cuando se le preguntaba de dónde sacaría todo ese dinero, él contestaba: "El señor Xicola no necesita créditos, tiene fondos propios". El cuento de la lechera duró un verano y ´el salvador´ de Fincas Corral, Josep Xicola, desapareció hasta su detención el pasado viernes.

Aparentemente, Batalla Juanola, en colaboración con su socio Marc Toscas, se ha labrado una carrera desligada a la de su mentor. A finales del año pasado su sociedad pagó cuatro millones de euros por un complejo de viviendas en Ciudad Valdeluz, Guadalajara, propiedad de Acciona y del grupo Sotohenar. Por las mismas fechas adquirió en Mallorca un edificio de unos 30 apartamentos en Cala Bona (Son Servera), muy lejos de las 1.500 viviendas anunciadas a los cuatro vientos. Meses después, su intermediario en aquella operación e introductor de Batalla en la isla, el alemán Rolf Siegert, baraja adoptar medidas legales contra el empresario catalán porque, según dice, le adeuda unos 42.000 euros de la transacción de Cala Bona. "Le hemos enviado un burofax, pero no hemos obtenido respuesta. Resulta difícil dirigirle requerimientos porque cada dos meses cambia de oficina", detalla Siegert, defraudado con la actitud del emprendedor de Sabadell.

Al parecer, negocios como el de Cala Bona son minucias en comparación con otras empresas de más altura. Hace poco amagó con comprar la aerolínea del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Al final desistió porque los datos proporcionados por la dirección de Air Comet "no se correspondían con la realidad". Lo curioso es que, casi al mismo tiempo, su antiguo jefe pujaba por el mismo pastel. "Durante los dos últimos meses se nos han aproximado cientos de personas interesadas en Air Comet y Marsans, y la propuesta de Xicola es una de ellas", reconoció esta semana Díaz Ferrán.

Fuera o no cierto el interés de Batalla por Air Comet, consiguió lo que quería, trascendencia mediática de cara a otras operaciones. Cuando intentó el asalto al Real Mallorca, el propietario, Mateo Alemany, resumió su estrategia y la de su socio Toscas: "Son sólo dos personas que han venido a hacer publicidad a costa del Mallorca. Ya tienen la foto que querían, pero no tienen ni una sola posibilidad".