Es posible que el curso que viene la Universitat tenga que añadir una partida a su lista de gastos anual: 70.000 para pagar la licencia de reproducción de contenidos digitales. O al menos eso es lo que le pide Cedro (el Centro Español de Derechos Reprográficos que aglutina a miles de autores y editores) en concepto de derechos de autor de publicaciones colgadas en la web y que son susceptibles de ser utilizadas como material docente.

El trajín de fotocopias es lo más común del mundo en los campus españoles pero en los últimos años se han sumado al trasiego los archivos digitales, las memorias externas, enlaces y, en general, cualquier recurso que pueda consultarse en internet. Cedro está luchando para impedir la difusión masiva y sin control de todo tipo de obras (científicas, literarias, técnicas...) en las universidades españolas. Igual que la SGAE, Cedro quiere recibir la parte que le corresponde por derechos de autor. A la Universitat de les Illes Balears le han propuesto que pague 5 euros por alumno al año por los derechos derivados "de la reproducción digital de fragmentos de libros y publicaciones periódicas". En total, 70.000 euros al año.

Ésa es la propuesta que Cedro transmitió el pasado mes de febrero a la rectora Montserrat Casas, y al vicerrector de Planificación Económica-Administrativa, Antoni Llull. Este último explicó a este diario que de momento la negociación la están haciendo todas las instituciones de manera conjunta a través de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas, CRUE, aunque de momento están paralizadas.

Los contenidos digitales constituyen uno de los frentes de la lucha de Cedro, pero no el único. La directora de esta asociación sin ánimo de lucro, Magdalena Vinent explica que su objetivo es "representar y defender los legítimos intereses de autores y editores de libros y publicaciones periódicas, facilitando y promoviendo el uso legal de sus obras". Vinent explica que tienen más de 18.333 asociados (16.717 autores y 1.616 editores). De Balears, están asociados 238 autores y18 editores.

Reprografía controlada

La otra batalla de Cedro se refiere a las clásicas fotocopia, cruzada que ya tienen casi ganada ya que según informa la directora "prácticamente todos los servicios de repografía de los campus españoles cuentan con licencia Cedro".

Por ejemplo, de la UIB han recibido este curso sus 21.000 euros (aproximadamente 1,9 euros por alumno) por este concepto. En la institución balear ha asumido ese cargo la empresa concesionaria del servicio de reprografía de la Universitat, Impress Rapid. Llull señaló que eso puede acabar afectando a las cuentas de la UIB pues evidentemente el pago de esta licencia "supone un sobrecoste para la empresa concesionaria y afecta a su cuenta de resultados".