"No toleraré que ataquen a mi gente". Con estas palabras el presidente del PP balear, José Ramón Bauzá, anunciaba el pasado 14 de abril, tras el estallido de la ´operación Bomsai´, que adoptaría medidas ante "imputaciones gratuitas y abusivas" contra miembros del PP y anunció "contundencia" al respecto, sin precisar a qué se refería. Ayer esta advertencia quedó finalmente desvelada: el PP balear ha fichado a Ignacio Gordillo, ex fiscal de la Audiencia Nacional, para defender al partido ante la situación judicial que afecta a relevantes miembros por los numerosos casos de corrupción.

Ayer mismo, Bauzá y el secretario general del partido, Miquel Ramis, se reunían con el equipo del ex fiscal, quien el pasado mes de enero se incorporó al bufete Martínez-Echevarría como responsable del Área de Derecho Penal. Bauzá no desveló ayer este fichaje, aunque por la mañana insistió en las puertas del Parlament que no permitirá que "nadie" cometa "excesos gratuitos" contra afiliados del partido. Asimismo, aseguró que no pretende adoptar medidas contra la Fiscalía Anticorrupción por las investigaciones que afectan a miembros del PP.

Horas después, el secretario general de los populares explicó a DIARIO de MALLORCA que efectivamente los populares habían contratado al despacho Martínez-Echevarría y que Gordillo se haría cargo de la "defensa de los intereses del PP" cuando exista una "agresión directa al partido".

Así, la corrupción sigue marcando la agenda política. Ayer, en el pleno del Parlament, el diputado y vicepresidente popular Antoni Pastor acusó al Govern de "no querer combatir la corrupción" y de utilizarla "sólo para combatir al PP". Pastor se refería a las declaraciones de la portavoz del Govern, Joana Barceló, cuando dijo que en la pasada legislatura se había cometido un "expolio". Barceló replicó ayer a Pastor recordándole que la "realidad con la fianza impuesta a Matas era muy dura".