El ex president Jaume Matas se sacó de la manga en su declaración ante el juez Castro un proyecto para construir en el Paseo Marítimo de Palma un circuito de Fórmula 1 "más grande" que el de Valencia. Lo hizo después de que el juez le preguntase reiteradamente por los regalos personales que le hizo la agencia de publicidad Nimbus, la misma que se benefició de algunos de los contratos más jugosos y turbios durante la construcción y posterior gestión del velódromo Palma Arena.

Los hechos se remontan al año 2006, cuando Jaume Matas, su esposa, su hija y una familia amiga viajaron al circuito de Fórmula 1 de Montmeló. Según habían comprobado los investigadores a cargo del caso Palma Arena, el fin de semana en las carreras de los Matas y sus amigos había sido pagado en su práctica totalidad por la agencia Nimbus, que además de lograr suculentos contratos ligados al velódromo se encargó en el año 2007 de gestionar la campaña electoral del Partido Popular.

Así lo había confirmado en su declaración ante el juez José Castro el propietario de la agencia, el imputado publicista Miguel Romero, después de que en el registro de Nimbus se encontrasen facturas giradas al Govern por algunos viajes de dudosa justificación. Entre esos recibos extraños –tan extraños que algunos respondía a viajes que no llegaron siquiera a realizarse– figuran precisamente los del fin de semana del ex ministro y los suyos en Montmeló, por los que el juez Castro interrogó a Jaume Matas durante el segundo día de su declaración como imputado.

Según detallan fuentes del caso, el rifirrafe entre el juez y el ex ministro no tuvo desperdicio. Matas comenzó reconociendo ante el magistrado que había estado en el circuito de Montmeló, aunque atribuyó su visita a tierras catalanas a un viaje "oficial" cuyo objetivo no supo inicialmente explicar. Aunque finalmente lo hizo. Eso sí, solo después de que el juez Castro le preguntase hasta en tres ocasiones qué había ido a inaugurar a Cataluña. Fue entonces cuando Jaume Matas, acorralado, arguyó que por aquellos tiempos tenía en mente un proyecto de grandes dimensiones para Balears. Como el del Palma Arena, estaba ligado a la velocidad y a los circuitos, aunque en este caso las bicicletas dejaban su sitio a los bólidos de Fórmula 1: se trataba de instalar grandes gradas desmontables junto al Paseo Marítimo palmesano, que se convertiría así en el escenario de excepción de un trazado de Fórmula 1 "más grande" que el que desde hace dos años recibe en Valencia para el Gran Premio de Europa a Fernando Alonso, Lewis Hamilton, Michael Schumacher y compañía.

Y para conocer el alcance y la magnitud de un evento del glamour y la repercusión de un gran premio como el de Valencia, Matas se fue a Barcelona. Y allí se reunió con los responsables de una escudería "de segundo nivel", según declaró el propio ex president al juez Castro. Aprovechó además la declaración para negar que el viaje fuese un regalo en compensación por las numerosas y jugosas adjudicaciones logradas por Nimbus. Y eso pese a que el propietario de Nimbus llegó a alquilar coche para los Matas y sus amigos, según había declarado el propietario de la agencia y según le recordó al ex ministro el propio juez.

Pero Matas negó la mayor. Insistió sin desmayo en que el viaje había sido oficial y que todos los gastos habían corrido a cargo de la Generalitat, a la que colmó de elogios. "No hay Gobierno que cuide más los detalles que el catalán. Cada vez que va un presidente de Baleares hacen un despliegue espectacular. Siempre que iba tenía un coche oficial esperando en el aeropuerto", abundaba Matas, que renegaba de cualquier contacto con Miguel Romero durante el viaje. "Creo que el estaba en los boxes del circuito con algún cliente", se limitaba a decir Matas.

Con su explicación ante el juez, el ex president dejaba en situación aún más comprometida al dueño de Nimbus, como se encargaba de recordar el propio Castro. "Según lo que usted dice, Romero le ha cargado al Govern una factura indebida", resumía el magistrado, que tras escuchar la historia de Matas sobre la Fórmula 1 renunciaba a hacer más preguntas acerca de los viajes no realizados pero pagados por el Govern.

JUEZ CASTRO:

–Tenemos facturas de hoteles en viajes en los que no se pernoctó. También de restaurantes y viajes caros, de las que desisto de preguntarle porque va a decir que tampoco sabe nada. Por ejemplo, viajó a Montmeló [circuito cercano a Barcelona].

JAUME MATAS:

– Era un viaje oficial.

JUEZ CASTRO:

–¿Oficial? ¿Qué inauguraba usted allí?

JAUME MATAS:

– No recuerdo muy bien... Sí recuerdo que la Generalitat nos dio un trato casi sonrojante, porque había que abrir el circuito en descapotable con todos los pilotos detrás...

JUEZ CASTRO:

–¿Pero, señor, qué es lo que inauguraba?

JAUME MATAS:

– No recuerdo. No lo sé... Era algo que nos interesaba valorar para intentar promover grandes acontecimientos aquí. Me reuní con una escudería de segundo nivel. Queríamos hacer en el Paseo Marítimo lo que se hizo en Valencia [se diseñó un circuito urbano], pero más grande, con una grada desmontable.

JUEZ CASTRO:

– Le alquilaron un coche.

JAUME MATAS:

- Lo hizo la Generalitat, creo.

JUEZ CASTRO:

– Pues hay facturas que Nimbus le cobró al Govern por ese viaje.

JAUME MATAS:

- La Generalitat hace un despliegue espectacular cada vez que va un presidente de Baleares.

JUEZ CASTRO:

- Entonces, Romero [dueño de la agencia Nimbus] ha cargado facturas indebidas.