El funcionario Jaume Matas, en caso de decidir volver a incorporarse al Govern, no podrá ocupar su plaza obtenida en 1989 por concurso-oposición como jefe de servicio de Presupuestos de la conselleria de Economía y Hacienda, ya que la perdió al marcharse a Estados Unidos. Matas, si quiere volver a trabajar como funcionario, será mandado por Función Pública a cubrir plazas vacantes, ya que su puesto en propiedad ya ha sido ocupado por otro funcionario.

La excedencia de servicios especiales que tenía Jaume Matas para ocupar cargo público durante su época de conseller, Ministro y president del Govern le permitía conservar su plaza. Pero en 2007 se reconvirtió como excedencia voluntaria durante dos años al abandonar el cargo y además marcharse al extranjero a trabajar. En ese instantante, el ex president perdió su plaza de jefe de servicio de presupuestos de todo el Govern de les Illes Balears. Ahora sigue siendo funcionario, pero no tiene plaza. Por este motivo, si regresa a la administración pública deberá cubrir huecos vacantes.

En el Govern han respirado al comprobar que Matas ha perdido su plaza de jefe de servicios de presupuestos de la conselleria de Economía y Hacienda, ya que en estos momentos y a la espera de la instrucción de su caso donde se le imputan 13 delitos, no verían con muy buenos ojos que asumiera como funcionario la gestión de presupuestos una persona que ha confesado ante el juez haber cometido fraude fiscal.

Tal y como publicó este periódico la pasada semana, durante sus maratonianas jornadas de declaración ante el juez José Castro, Matas admitió haber pagado en negro la reforma del palacete de la calle San Felio de Palma. Una cantidad cercana a los 400.000 euros que no declaró a Hacienda. El objetivo de Matas era intentar justificar su aumento de patrimonio demostrando que cobraba alquileres en dinero negro que después utilizó para realizar la reforma del inmueble.

50.000 euros al año

El sueldo de un funcionario con categoría de jefe de servicio o de sección del Govern como es Matas, percibe del orden de los 50.000 euros al año. Si tenemos en cuenta que el ex ministro dejó la empresa americana donde trabajaba, que en estos momentos se encuentra sin trabajo y además debe hacer frente a la cuantiosa fianza, hay gente en el entorno de los funcionarios del Govern que creen que Matas intentará regresar y como mínimo poder cobrar este nada despreciable sueldo de 50.000 euros anuales que le garantiza su condición de funcionario. Fuentes del Govern recalcaron que a la hora de conseguir un crédito o un aval bancario, el hecho de ser funcionario de la administración pública allana el camino de los bancos.

Otros funcionarios consultados por este periódico apuntan que para Matas sería rebajarse mucho el volver a ser un simple funcionario.