Ni el piso de más de un millón de euros en Madrid es de Bartolomé Reus ni el apartamento de Colonya de Sant Jordi pertenece a la madre de Matas. El juez Castro tiene ambos hechos tan claros como el nombre del auténtico dueño de ambos inmuebles: Jaume Matas. Y si en el caso del inmueble madrileño el instructor considera una "burla" los argumentos del supuesto testaferro, en el de la Colònia de Sant Jordi el juez despliega agudeza para expresar sus dudas de que la madre de Matas sea la dueña del piso de verano, tasado en casi 200.000 euros. "Lo evidencia el que nunca nadie la haya visto [en el edificio]", se arranca Castro sobre la madre de Matas, a la que tampoco ve a su edad subiendo a un segundo piso sin ascensor. De hecho, el juez ni siquiera se la imagina pagando las letras de la hipoteca del inmueble de la Colònia de Sant Jordi, dado que Jaume Matas concertó una hipoteca para la madre "a la que por ley natural nunca sobreviviría y de la que es avalista Don Jaume Matas Palou".