Un estudio de hábitats y biodiversidad marina realizado por el Instituto Español de Oceanografía (IEO) ha detectado la presencia de fondos de coral, laminaria, alga roja, "maërl" y una gran diversidad de especies animales y vegetales en el Canal de Menorca que avalan la conveniencia de proteger dicha zona.

El director general del (IEO), Enric Tortosa, ha asegurado hoy que "desde el punto de vista de extensión y riqueza, hay pocos sitios comparables" al Canal de Menorca, tanto en variedad de hábitats como en biodiversidad, hasta el punto de considerar la zona "muy importante e interesante" a nivel europeo.

En declaraciones realizadas tras una reunión con representantes de la Conselleria balear de Agricultura y Pesca y del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM), en la que se ha presentado el estudio, Tortosa ha explicado que la particularidad de esta zona es que los fondos ricos en vida marina "se extienden a una profundidad muy grande porque el agua es muy transparente" y además "el nivel de conservación es alto".

Muchos de los ecosistemas detectados, como es el caso de los fondos de coral y de "maërl", están protegidos por organismos internacionales y por reglamentos europeos.

Tortosa advierte de que además hay otras especies que aunque no están reconocidas por normas internacionales de protección, "pueden tener una importancia muy grande para la pesca, como las zonas de algas rojas blandas, que son una fuente de protección para la puesta de huevos y conviene considerarlas como zonas a regular de alguna manera".

El científico considera que la riqueza de la biodiversidad hallada en la zona "es impresionante", con especies "importantes para proteger" como langosta, cigala, "cranca" mediterránea o centollo.

A modo de ejemplo del grado de biodiversidad hallado en la investigación, Tortosa explica que "solamente en fondos blandos de arena se han identificado 530 especies de vegetales y animales, 60 de ellas algas".

El estudio, realizado a instancias de al Dirección General de Pesca de Baleares, en el que han participado más de 30 científicos, ha analizado una zona muy extensa, tanto por la longitud en kilómetros como por el hecho de que se han identificado "todos los ecosistemas que existen entre 50 y 100 metros de profundidad".

El director general de Recursos Pesqueros y Acuicultura del MARM, Alejandro Polanco, ha asegurado que el proceso para proteger el Canal de Menorca está en la primera fase, dedicada a estudiar la realidad biológica de la zona.

"Tenemos unos primeros datos muy interesantes que demuestran la riqueza no solo biológica, sino también como elemento generador de pesquería y riqueza piscícola en la zona", ha detallado.

El Ministerio acometerá estudios de impacto socio-económico para definir el tipo de medidas de protección que se podrían adoptar en el futuro, a medio plazo, y para acordarlas con todas la partes afectadas.

La consellera de Agricultura y Pesca, Mercè Amer, ha destacado que el estudio ha hallado zonas que podrían protegerse, ubicadas en aguas exteriores y por tanto competencia del MARM, y ha afirmado que considera compatible la protección medioambiental con la explotación pesquera.

Amer ha explicado que la Conselleria ha mantenido contactos con las cofradías de pescadores que se podrían ver afectadas, que son las del Ciutadella, Pollença, Alcúdia y Sòller, para tener presente ante cualquier decisión el mantenimiento del tejido productivo pesquero.

La consellera no ha definido cuál sería la fórmula de protección para el Canal de Menorca, pero ha recordado que ya hay precedentes de colaboración en este ámbito entre el Govern y el Gobierno central, como la Reserva Marina de Llevant (Mallorca).