El 67,5% de la energía consumida en las islas procede del petróleo y el 25% del carbón, dos de las materias primas más contaminantes. El gas natural cubría en 2008 el 0,1% del consumo del archipiélago mientras que de las renovables tan sólo procedía un pírrico 1,3% frente a, respectivamente, un 22% y un 7% de media estatal en estas energías limpias. Esto ha provocado que la emisión de gases de efecto invernadero prácticamente se ha duplicado entre 1990 y 2007.