Si no hay cambio de planes en el último minuto, el pleno del Consell de Mallorca prevé aprobar hoy por unanimidad su negativa a aceptar las condiciones impuestas por la adjudicataria de Can Domenge a cambio de devolverle la propiedad del polémico terreno.

El magistrado que instruye el caso por la vía penal notificó a la institución insular la disposición de la ganadora del concurso, la constructora catalana Sacresa, de renunciar a la titularidad de la finca, bajo unas exigencias. Entre otras, la adjudicataria reclama 36,2 millones de euros (los 30 que pagó por la adquisición más otros gastos de hipoteca), recuperar el aval abonado en su día al Consell, además de otras pérdidas por gastos técnicos y del proyecto fallido. El juez quiere saber si la institución insular acepta estas condiciones, con lo cual se finiquitaría el contencioso por la vía administrativa que mantienen ambas partes, si bien la causa penal seguiría adelante.

Por su parte, el equipo de gobierno del Consell –PSOE y Bloc– quiere recuperar la propiedad de Can Domenge, pero considera demasiado elevada la indemnización requerida por Sacresa, por lo que en base a varios informes técnicos y jurídicos ha consensuado con la oposición –ahora UM y PP– un precio más bajo, que no ha trascendido. El Consell está dispuesto a pagar la cantidad que calcula que se le impondría por los juzgados, si finalmente se declarara nulo el concurso de enajenación de Can Domenge, y que suma a los 30 millones de la compra otros gastos llevados a cabo por Sacresa, por algunos de los perjuicios ocasionados y que sí se le reconocen, pero en todo caso es una cifra menor de la reivindicada por la empresa.

Por todo ello, el pleno acordará responder al juez cuál es su oferta, y esperar nueva contestación.