La operación Voltor, que estalló ayer por la mañana es fruto de una querella interpuesta por la fiscalía anticorrupción con el máximo secreto hará unos cuatro meses. La querella de Anticorrupción imputa a los sospechosos, entre ellos el ex director gerente del Inestur Antoni Oliver Enseñat; una cargo y un empleado de dicho instituto del Govern, y los empresarios de Pollença Mateu M.A. y su esposa María Lourdes P.S., vinculados a un grupo de agencias de viajes e inmobiliario, un rosario de delitos entre los que destacan la prevaricación, la malversación de caudales, el cohecho, las falsedades y otros.

La querella de los fiscales Juan Carrau, Pedro Horrach y Miguel Ángel Subirán, correspondió por reparto al juzgado de instrucción 10 de Palma, que rápidamente decretó el secreto de sumario y ordenó al Grupo de Delitos Económicos de la Policía la práctica de las primeras pesquisas.

En las investigaciones, donde podrían haberse intervenido teléfonos de los querellados, ha participado activamente la Agencia tributaria.

Trama empresarial

Los hechos investigados se centran en numerosas contrataciones efectuadas por el Inestur con una importante red de empresas, entre las que estarían las sociedades de los empresarios de Pollença y otras de servicios informáticos. Este matrimonio posee en el Port de Pollença la agencia Viajes Pollensa Balear, que ayer registró una comisión judicial. El empresario arrestado también es el administrador único de la promotora inmobiliaria Grupo Pollensa Balear.

Estas contrataciones, por una cuantía que se intentará determinar, pero que sería muy elevada, se habrían hecho por parte del entonces director gerente del Inestur Antoni Oliver al margen de la normativa legal, simulando la concurrencia de otras ofertas y beneficiando a otros implicados. La trama operó entre 2007 y 2009. Los expedientes presuntamente irregulares serían muy numerosos, de ahí la larguísima duración del registro en Inestur. Los investigadores se esmeraron durante ese allanamiento en recopilar y reseñar de manera minuciosa todo papel o archivo informático incautado.

El Inestur durante la etapa de Oliver se dedicó, teóricamente, a la promoción de las marcas de Balears como gancho turístico; la ampliación de las rutas cicloturistas en Mallorca; la mejora de la certificaciones de calidad de los establecimientos turísticos; la implantación de nuevas ofertas complementarias y el análisis y estudio del sector de cara a su potenciación. En la querella se ofrece otra cara de esa labor política y se apunta a que muchas de las actuaciones, programas y servicios beneficiaron a personas afines a UM.

Al parecer, la querella de la fiscalía habría partido de una pista nacida en otras causas judiciales por corrupción que investiga el juzgado de instrucción 2. Estos sumarios tratan de esclarecer otros supuestos entramados de corrupción en otras entidades de la conselleria de Turismo, el Ibatur y el IB-Blau, que fue disuelto hace unos pocos meses. La operación Voltor seguía anoche abierta y no se descartaban más arrestos y registros.