"De aquí a Hollywood". Imposible competir con ella: sólo a la imputada Munar se le ocurre ese comentario antes de comparecer ante el juez por el caso maquillaje. Cualquiera, en la misma situación, perdería las ganas de bromear, en especial si estás rodeada de cámaras y fotógrafos. A ella no se le mueve un pelo, claro que en eso ayuda bastante la posibilidad de desplazarse hasta los juzgados en coche oficial. La ex líder de UM potencia su imagen mediática y acapara los focos aunque se sepa de antemano que no ofrecerá ninguna información al juez, gracias a aquellas cosas que tienen los aforados. Su partido, con ella incluida, sería un auténtico filón para los guionistas estadounidenses. Quizá por eso pone su mirada en Hollywood. Matas, en cambio, tendrá más difícil decir "de aquí a Manhattan" cuando llegue a declarar ante el juez, pero esa es otra historia.

Ahora bien, lo que se pierde Hollywood teniendo tan lejos a nuestros políticos. UM da para todo: ambiciones, poder, dinero, egolatría...¡Hay que ver lo que les cunde con lo pocos que son!. Tienen hasta el correspondiente "¡que te pego, leche!". La versión de Enric Molina, director general de Promoción Económica en Cort, respecto a su violento enfrentamiento con Maria José Rodríguez, defensora del Paciente en el Govern, es digna de ese buen programa de humor político ausente en las televisiones públicas de Balears. Una se lo imagina intentando zafarse de Rodríguez, perfectamente ataviada y escoltada por sus partidarios, y llega a la conclusión de que si aquí no han nacido unos hermanos Marx es porque no se les necesita. Y si resulta que es correcta la versión de Rodríguez según la cual sufrió un contundente empujón por parte de Molina, la conclusión es la misma. El caso es que la una cobra un sueldo público por defender a los pacientes de Balears y el otro por encargarse de la promoción económica de Palma, lo que unido a que la presidenta del Parlament piensa en Hollywood cuando visita los tribunales hace que me entren ganas de encomendarme a los ´ajayus´ que tanto protegen a Evo Morales.

En cambio, a Josep Melià le quedan ganas de intentar presidir un partido en el que hay imputados que se sienten estrellas, otros que se amarran a sus cargos invalidando el código ético aprobado por la formación política y otros que se enzarzan en peleas cutres. Con este ambiente, y con los nadalistas y munaristas unidos en la exigencia de un congreso, no parece que el consejo político de UM que se celebrará mañana se vaya a caracterizar por ser una balsa de aceite.

Lo dicho: ya son ganas de presidir un partido como UM en el que lo de la unión y el ´seny´ es un deseo tan imaginario como en el PP balear. Los populares de las islas también harían entrar en éxtasis a los guionistas estadounidenses, a pesar de comportarse como si los botes de cola cao repletos de billetes o los palacetes con mobiliario y luminotecnia de lujo no fuera con ellos. Bauzá se empeña en presentarse a sí mismo como "la imagen renovada del PP", lo que le obliga a rechazar en público la existencia de pactos previos con José María Rodríguez. El sucesor digitado de Rosa Estarás consiguió que dirigentes del PP nacional intentaran influir para evitar un congreso, pero al final Rodríguez resultó ser mucho Rodríguez. El presidente del PP de Palma lleva demasiados años en su partido como para saber que eso de la renovación queda muy bien en los titulares, pero no da ningún poder, que es exactamente lo que él quiere: la secretaría general. Miquel Ramis, otro veterano que sabe como funcionan las cosas, también tiene claro que los deseos de Rodríguez dejan en la cuerda floja su puesto como número dos del partido. Carlos Delgado, mientras, no oculta que en realidad no desea presidir el partido, sino ser el candidato al Govern, de modo que si Bauzá se prestara a este reparto se acabó el enfrentamiento. Sólo que resulta tan difícil pensar que Bauzá ceda ante Delgado como que éste se quede tranquilo si pierde el congreso. Y entre tener a un enemigo en casa a tener dos...queda Tiburón-Rodríguez como animal de compañía, se le llame pacto o se le llame integración.