Jaume Fornés, presidente de la Asociación de Instaladores Eléctricos de Mallorca (ASINEM), agrupación que acoge a más de setecientas empresas del sector en la isla y una de las encargadas de solucionar los problemas que surjan con la TDT, afirma que la práctica totalidad de las incidencias que se están notificando tras el apagón analógico no son debidas a problemas de cobertura, sino a la ignorancia de la gente.

–Hay mucha gente que se queja de que no recibe bien la televisión digital. ¿A qué es debida esta mala recepción?

–Pese a que llevamos un buen tiempo bombardeando información sobre el cambio de la televisión digital, muchas personas ignoraban que no bastaba con adaptar su antena colectiva y que había que adquirir además un decodificador para poder recibir la señal en caso de que su televisor fuera antiguo y no tuviera la TDT integrada. Y en la mayoría de las quejas que hemos atendido simplemente carecían de decodificador. Pese a que estos aparatos se están comercializando desde hace meses, las ventas sólo se han disparado en los últimos días. No es un problema de cobertura, es un problema de desinformación. Ayer (por el pasado martes) se abrió un nuevo centro emisor en s´Horta (Felanitx) y la cobertura de la TDT en Mallorca rondará entre el 94% y el 96%.

–Insisto, la gente habla de que recibe mal la señal, que se interrumpe o se pixela...

–Bueno, hay que tener en cuenta que la señal digital no se está emitiendo al cien por cien de su potencia porque aproximadamente un diez por ciento de la capacidad de emisión se está destinando a mantener la emisión en analógico para que los antiguos canales puedan seguir mostrando los mensajes en los que se informa que esa cadena ha dejado de emitir en analógico. El hecho de que no se emita la señal digital al cien por cien puede ocasionar problemas de recepción en días de perturbaciones meteorológicas como los que hemos tenido recientemente. Cuando se emita únicamente en digital mejorará la señal, incluso en días de inestabilidad atmosférica.

–Las Pitiüses y Menorca siguen emitiendo estos mensajes seis meses después de su apagón analógico. ¿Qué sentido tiene? ¿Es cierto que se hace para evitar que esos canales sean ocupados por cadenas de televisión piratas?

–Puede ser. Pero no creo que este tipo de televisiones perduren mucho tiempo. Simplemente hay que tener una actitud decidida de actuar y acabar con ellas. Además, dentro de poco los televisores que salgan al mercado ya no tendrán la posibilidad de recibir en analógico o digital. Sólo lo harán en en este último formato, con lo que se acabará el problema.

–¿Dónde han tenido algún problema más dificultoso de solucionar?

–Un vecino del Coll d´en Rabassa no recibía la señal porque tenía un edificio grande delante que se la tapaba. Para estos problemas está la solución satelital, recibir la señal por vía satélite, en la que el Govern sufraga un decodificador de este tipo.

–Cambiemos de tema. ¿Cree que Gesa va a cobrar un recargo a los clientes que no hayan instalado el Interruptor de Control de Potencia (ICP) o va a respetar la moratoria de varios meses que ha prometido?

–En principio Gesa ha dicho que sólo cobrará el recargo a las personas que hayan recibido dos cartas certificadas requiriéndoles que instalen el aparato. Gesa pretendía cobrar a las personas que no hubieran instalado el ICP como si tuvieran 20 kilovatios de potencia contratada, lo que supondría en definitiva encarecer la factura mensual en unos treinta euros independientemente de la electricidad que consumieras.

–¿Y cuantas personas se hallan en esta situación?

–La compañía nos ha dicho que unos 1.700 clientes. Pero habrá muchos de ellos que habrán alegado algo, lo que impedirá a la compañía aplicarles el recargo.

–¿Cuántos ICP hay instalados pendientes de ser precintados?

–Unos doscientos cincuenta mil.

–¿Y cuántos hogares aún no lo han instalado?

–Esa es la gran pregunta. No lo sabemos. Pero cada día recibimos cinco o seis peticiones para instalarlos. Los proveedores no tienen suficientes ICP para toda la demanda que se está produciendo.

–¿Es cierto que colocar un ICP mejora la seguridad eléctrica de tu vivienda?

–Es lo que se ha intentado vender. Pero para eso ya está el diferencial, que si está correctamente instalado salta cuando hay una sobrecarga en la red. Puede funcionar como elemento de seguridad, pero como su propio nombre indica su función principal es la de controlar la potencia recibida.

–¿Se puede alquilar a Gesa este aparato?

–Sí. Y por tan sólo seis céntimos al mes, con lo que te sale más a cuenta que tenerlo en propiedad. Eso sí, el cajetín donde se coloca debe tenerlo listo el propietario. Y un instalador te puede cobrar entre cincuenta y setenta euros por hacerlo.

–¿Y es cierto que en 2018 saldrá una directiva europea que dejará obsoletos estos ICP?

–Sí. En esta directiva se obligará a que el control de la potencia esté en los contadores, que son propiedad de la compañía suministradora de electricidad.

–¿Que persiguen con Fenienergía, la nueva empresa comercializadora de electricidad que acaban de presentar?

–El pasado mes de junio se liberalizó el mercado eléctrico para todos aquellos consumidores con una potencia contratada superior a los diez kilovatios, esto es, para los comercios, restaurantes y bares de copas, fundamentalmente. Dentro de dos años el mercado se abrirá totalmente, pero hoy por hoy las diferentes comercializadoras sólo pueden competir en este mercado, que es muy importante en Balears.

–¿De cuantos potenciales clientes podríamos estar hablando?

–De unos cien mil entre comercios, hoteles, locales de ocio y restaurantes... Hay que dejar claro que la generación y transporte de la energía están garantizados por el Estado. Lo que se ha liberalizado es la comercialización.

–¿Y por qué han decidido embarcarse en esta aventura?

–Porque ya está bien de que las comercializadoras se estén entrometiendo en nuestra actividad. Nosotros realizamos la instalación eléctrica y tenemos que pasar un boletín a Endesa. Luego ellos ofrecen a la clientela instalarles la calefacción, un sistema domótico, etcétera.

–¿Y cómo lo harán?

–Es un proyecto en el que nos embarcaremos las 16.000 empresas de instaladores eléctricos del país. Sólo con que un diez por ciento de estas compañías actuaran como puntos de venta doblaríamos las ochocientas oficinas que Endesa, Unión Fenosa e Iberdrola tienen en España. Respecto a cómo lo haremos, es complicado. Hay que hacer exhaustivos estudios de mercado porque la energía se paga por adelantado y tienes que controlar el consumo de tus clientes. Los que más nos interesan son los que consuman por encima de los quince kilovatios.