El PP ha reiterado hoy su disposición a alcanzar un pacto con el Gobierno para reformar el modelo educativo, pero ha dejado claro que no dará "un cheque en blanco" ni contribuirá a que la supuesta firma del mismo sea "un despropósito más del álbum" del presidente José Luis Rodríguez Zapatero.

La responsable de Organización de los populares, Ana Mato, ha expresado hoy nuevamente esta apuesta de su partido, que hace días manifestó la secretaria general, María Dolores De Cospedal, interlocutora del ministro de Educación, Ángel Gabilondo, en las negociaciones para implantar un nuevo modelo educativo.

El PP, según Mato, no quiere que la firma de un hipotético pacto se convierta en un "despropósito más en el álbum" de Zapatero, y por ello, la dirigente popular ha dejado claro que su partido no lo suscribirá con "los ojos cerrados".

Ha puesto condiciones: en primer lugar, establecer dos o tres idiomas de enseñanza obligatoria desde los primeros cursos, preferentemente el inglés; después, incentivar el mérito y el esfuerzo; también reconocer la autoridad del profesorado -la Comunidad de Madrid lo ha tipificado así en una iniciativa del Gobierno de Esperanza Aguirre- y crear un estatuto de la función pública del docente.

Según ha explicado Mato en la presentación del grupo de trabajo sobre energía y educación, en el marco de la interparlamentaria que el PP celebra en Palma, la igualdad de oportunidades es otra premisa para su partido, al igual que la necesidad de que se reconozca la pluralidad lingüística en aquellas comunidades con lenguas oficiales.

En este sentido, la dirigente del PP ha censurado "la política de confrontación e intolerancia" que sobre el modelo lingüístico han puesto en práctica los partidos nacionalistas con la permisividad del PSOE.

Los populares, ha concluido, abogan por establecer un sistema educativo de calidad, toda vez que es "la inversión más importante que cabe hacer" en España en estos momentos, ha señalado Mato, en tanto que para el Gobierno de Zapatero resulta, por lo visto hasta la fecha, "un gasto superfluo".

El grupo de trabajo coordinado por Mato también ha hablado de la necesidad de un pacto energético que cabe con el "guirigay" que ha alentado Zapatero desde el Ejecutivo.

Mientras afirman que él se ha dedicado a "jugar al monopoly" con las empresas del sector, el PP propone instalar un modelo que al mismo tiempo que garantice el suministro de los recursos energéticos y el respeto al medio ambiente, prime la contención de los costes.