Esta Navidad los ingleses y los alemanes se jugarán las fincas de Mallorca a la última carta. Dicho así, parece un arrebato de locura propiciado por la debacle inmobiliaria. En realidad, no es más que el juego de estrategia ´Finca´, comercializado por la firma Hans im Glück, cuya acción se desarrolla en la isla.

El pasatiempo diseñado por el alemán Ralf zur Linde ha conseguido cierta repercusión internacional. El diario estadounidense The Daily Herald lo ha incluido entre sus propuestas para pasar estos días de asueto por su "mezcla de simplicidad, belleza e impredecibilidad".

´Finca´ retrotrae a los jugadores a una Mallorca idílica, porque en ella no se levantan ni hoteles ni carreteras, sólo palmeras sobre tierra de labranza. La isla, como un vergel, sin hamacas ni sombrillas. Los participantes se convierten en payeses –las instrucciones hablan de "granjeros"– que recolectan higos, almendras, aceitunas, naranjas, uvas y limones –"frutas tropicales" según el manual–. Luego las venden en los diferentes "distritos" en que se divide el tablero: Andratx, Palma, Llucmajor, Campos, Santanyí... Vence quien construye más cases de possessió con los beneficios obtenidos de la comercialización de la cosecha. El aspa de un molino de viento hace las veces de ruleta de la fortuna y los burros redondean la performance.

La propuesta de Ralf zur Linde ha sido aplaudida por los forofos de los tableros. Games Magazine le ha concedido el segundo premio como entretenimiento familiar y Boardgameratings.com se deshace en elogios y le otorga la más alta distinción en la categoría de estrategia, destacando su "originalidad" y "acertadas ilustraciones". Los Spiel des Jahres, una especie de Oscar de los juegos de mesa que se conceden cada año desde 1978, lo citan entre los finalistas de 2009. La nominación de los Spiel des Jahres puede disparar sus ventas de 3.000 a cerca de 10.000 copias.

Inspirado en Artà

Ralf zur Linde, de 39 años de edad, podía haber usado Mallorca como escenario de un Monopoly donde comprar plazas hoteleras, recalificar solares, pagar comisiones, levantar rascacielos, construir autopistas, intercambiar puestos de amarre, urbanizar áreas naturales y convertir casas de aperos en lujosos chalés. Y el que cae en la casilla de los fiscales anticorrupción se va a la cárcel y se queda tres turnos sin tirar. Pero no. Ha preferido un territorio totalmente virgen inspirado en la finca que adquirió en Artà en 2005, cumpliendo su sueño de ser propietario, como tantos otros compatriotas. Para la confección de ´Finca´ analizó la evolución de los "mercados semanales" hortofrutícolas a fin de acercarlo a la realidad. El tablero permite la participación de entre dos y cuatro personas de más de diez años. Cada partida dura unos 45 minutos.

La Navidad de 2009 ha encumbrado a los juegos de mesa. La crisis ha encerrado a las familias en casa, sentadas alrededor del mantel, con unos dados y unas fichas como alternativa a la televisión. Los fabricantes jugueteros españoles destacan el triunfo de este tipo de distracciones. Las portales de internet especializados se hacen eco de los más demandados, algunos son clásicos reinventados como el ajedrez de tres jugadores, otros perfeccionan su estética y algunos recurren a la madera como material de base. Por ejemplo, ´Jungle Speed´ propone diversión a un ritmo trepidante. Un tótem de madera en el centro de la mesa y 80 cartas de formas y colores diversos distribuidas entre todos los jugadores. Potencia los reflejos.

El ajedrez de tres jugadores se dirime sobre un tablero hexagonal, de 96 casillas. Las reglas son similares a las del original pero tienen excepciones y peculiaridades, como el movimiento de los peones que, en determinados casos, puede ser lateral. ´Blokus´ apuesta por la sencillez combinado con un alto nivel de perspicacia espacial, lo que le ha valido numerosos galardones internacionales. Sin embargo, el éxito de este año lo constituye ´Dixit´. "El más divertido y original de 2009", concluyen los expertos. Compuesto por cartulinas de gran formato, con ilustraciones espectaculares, convierte a los participantes en cuentacuentos que deben hacer adivinar a los demás la carta seleccionada usando sólo una palabra, una frase enigmática, algo que haga referencia de forma sutil a la respuesta correcta. El resto tiene que averiguar de qué carta se trata, entre un grupo de varias que despistan. "´Dixit´ tiene algo mágico, misterioso, invita a hablar y, por eso, es el perfecto para la familia, para un grupo de amigos, para regalarlo", dicen los que lo han utilizado. A los alemanes, por contra, les debe resultar más sugerente la propuesta de ´Finca´, con sus possessions y burriquillos.