La Educación en Balears sigue siendo la asignatura pendiente. Escasos recursos, clases saturadas, dificultades para atender a un alumnado recién llegado con problemas de integración y comprensión, estudiantes problemáticos procedentes de familias desestructuradas... Y para rematar todo el cóctel, una guinda: un sistema productivo que abona el prematuro abandono de los estudios.

Jordi Llabrés, presidente de las asociaciones de padres de las escuelas católicas y concertadas, se mostraba preocupado por la información publicada ayer en DIARIO de MALLORCA en la que se revelaba que cuatro de cada diez jóvenes de 14 años ha repetido curso. "Nos inquieta mucho que muchos jóvenes de Balears hayan repetido curso a esa edad y estén ya encaminados hacia el abandono escolar. Esto significa que el sistema educativo está fallando", apuntó.

Por ello, Llabrés reclamó una diversificación curricular. "Un alumno que en primero de ESO muestre un retraso debe recibir una ayuda específica. Y si en segundo no puede seguir al resto, deberían adaptarse unos cursos específicos para ellos, para conseguir que al menos acabaran sus estudios con el graduado escolar".

Jaume Ribas, presidente de las asociaciones de padres de alumnos de las escuelas públicas de Mallorca, pidió como su homólogo más recursos para el sector educativo. "Hay que construir más escuelas y mejorar las ya existentes", exigió.

Pero mientras Llabrés hablaba de una atención preferente a los centros educativos con mayor proporción de alumnado inmigrante, Ribas pedía un mejor reparto de éste entre los centros públicos y los privados concertados. "Una distribución más equitativa de este alumnado conseguiría mejores resultados. En los últimos diez años hemos recibido una avalancha de inmigrantes y las escuelas no han asumido el cambio con la misma velocidad que se estaba produciendo".

Ribas reclamó no sólo un aumento del personal educativo, sino también la presencia de trabajadores sociales en las escuelas para atender mejor a este alumnado con problemas de integración.

Marc González, asesor jurídico de la patronal Escola Catòlica, criticó duramente el recorte presupuestario con el que el departamento de Educación afrontará el próximo año. "Mientras Castilla-La Mancha destina el 5,8% de su PIB a la Educación, en las islas el porcentaje apenas llega al 2,9%. Faltan equipos docentes que puedan atender adecuadamente la diversidad que tenemos en el archipiélago. Con esta inversión, no tenemos nada que pelar y se acentúan las diferencias entre el alumnado perteneciente a familias con estudios del de los núcleos familiares con poca o escasa formación", resumió.