Miquel Sard Vicens, un asesor fiscal y contable, administrador de varias sociedades y empresario también él, admitió ayer ante el juez del caso Maquillaje que pagó anualmente sumas de varios miles de euros (unos 60.000 en total) a Miquel Nadal, pariente político suyo. Sard, primo de María José Sard, la esposa del portavoz de UM en Cort, añadió que el dinero dado a Nadal eran sus honorarios por trabajos de asesoría legal que le prestaba por teléfono.

Sard, defendido por Llorenç Salvà, se definió como un asesor empresarial con numerosos clientes. Dentro de su actividad el imputado incluyó los consejos legales dados por Miquel Nadal, que en los últimos años compaginó de manera intermitente algunos cargos políticos con un bufete abierto en Palma. El propio regidor de UM señaló que, por motivos de conveniencia fiscal, decidió facturar actividades de su despacho a través de Consultair, una sociedad que comparte con su esposa.

Los investigadores presumen que Sard es un simple hombre de paja de Nadal, que lo habría empleado para disimular su participación en algunos negocios inmobiliarios o audiovisuales.

Sard compró en 2004 casi el 25 por ciento de la productora Vídeo U, que directamente, o a través de empresas afines o participadas, recibió varios millones de euros del Consell y de la Radio y Televisión públicas insulares.

El empresario reveló ayer que este mismo año decidió desprenderse de sus acciones en la productora, debido a que no eran rentables por los problemas para adaptarse a la nueva Televisión Digital y a otras coyunturas.

Implica a su suegra de 82 años

El primo de Nadal empleó una sociedad durmiente, Los Rincones de la Vega de Sotomayor, para hacer la inversión, en la que también metió a su suegra, una señora brasileña de 82 años, citada como imputada para enero.

Los Sard prestaron a Nadal unos 90.000 euros para que éste se comprara una avioneta nueva.