El pleno del Consell de Mallorca ha aprobado hoy la revisión del Plan Director Sectorial de Carreteras de Mallorca, que incluye como principales novedades la eliminación de la autovía Inca-Manacor y la sustitución del segundo cinturón prevista en el primer plan por una vía de conexión.

El plan ha sido aprobado con los votos a favor del PSIB, UM y Bloc -integrantes del equipo de gobierno- y la abstención del PP.

Este nuevo plan estará vigente hasta 2024 y se ejecutará en dos fases, de 2009 a 2017, y de 2017 a 2024.

La intención del Consell es adjudicar en enero el proyecto de la vía de conexión para solucionar los accesos a Palma para que esté finalizada en octubre de 2010, cuando se prevé inaugurar el Hospital de Son Espases.

El conseller de Carreteras del Consell, Antoni Pascual ha explicado que esta revisión supone un cambio "importante" respecto al primero ya que incluye otras reformas como la supresión de autopistas por carreteras desdobladas y la eliminación de variantes como la de Santanyí, Bunyola, Santa Margalida, Maria de la Salud, S'Estanyol-Sa Ràpita.

También se han modificado algunas variantes, como la de Felanitx, y se ha descartado la duplicación de algunas carreteras, como la que une Palma con Andratx.

La conseller del PP Mabel Mascaró ha criticado que este plan presenta pocas "diferencias substanciales" con el anterior y ha asegurado que el segundo cinturón se mantiene aunque lo han "maquillado" y le han "cambiado el nombre" por el de "autovía urbana de cuatro carriles de nuevo trazado", que recibe el nombre de vía de conexión.

También ha recalcado que para poder hacer este "nuevo cinturón" se han incorporado 39 kilómetros en nuevos carriles, y otros 24 para la prolongación de autovía de las autovías de Llucmajor, Manacor y Paguera.

El portavoz de Unió Mallorquina (UM) en el Consell, Miquel Àngel Flaquer, ha dicho que su grupo está "satisfecho" con el plan aprobado ya que es "totalmente respetuoso con el medio ambiente", y porque "intenta continuar mejorando la red viaria y las comunicaciones entre diferentes pueblos", así como solucionar "los principales problemas" en las carreteras de Mallorca, como son los accesos a Palma y la red secundaria de carreteras.

Flaquer ha añadido que "sería una barbaridad" que no se aprovecharan los 445 millones procedentes del convenio de carreteras con el Gobierno central para sufragar las obras de este plan por diferencias internas.

La portavoz del Bloc en el Consell, Maria Lluïsa Mascaró, ha subrayado que esta revisión hará que sea posible que Mallorca tenga carreteras "más seguras" sin que ello suponga consumir más territorio.

Así, ha apuntado que "a nivel global" están de acuerdo con el plan, aunque ha apostillado que si lo hubiera hecho su partido habría sido diferente.

Mascaró ha agregado que en 2017, antes de iniciar la segunda fase, habrá que volver a hacer una revisión del plan.

El portavoz del PSIB, Miquel Ramon, ha afirmado que esta revisión ha supuesto la eliminación de 27 actuaciones respecto al anterior proyecto de 1998, supresiones que implican que se respete más el medio ambiente y se evite "crecimiento, especulación y consumo de territorio".

Diversos miembros del GOB se han manifestado frente a las puertas del Consell para protestar por la aprobación del Plan de Carreteras con pancartas en las que se podía leer "Quien quiere Mallorca no la destruye".