La ministra de Educación de la República Árabe Saharaui, Meriem Salek, culpó ayer al Gobierno español de la situación en que se halla la activista Aminatu Haidar, en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote tras ser expulsada del Sáhara Occidental por Marruecos.

Salek hacía estas declaraciones durante su visita al colegio Eugenio López, al que acudió para conocer de primera mano el programa Madrasa, que desarrolla Escola en Pau, y a través del cual 31 niños saharauis acogidos por familias de Mallorca reciben cada sábado clases de lengua y cultura árabe.

A la espera de la conversación que Haidar tenía previsto mantener ayer tarde con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, Salek recordó el delicado estado en el que se encuentra Haidar, "muy débil de salud", e insistió en la necesidad de emprender "campañas para salvarla". Para ella lo mejor "es que vuelva a casa con su familia". La única solución es que "Marruecos le devuelva el pasaporte" añadió Salek, que aseguró que Haidar seguirá en huelga de hambre hasta que le permitan volver a su país.

La activista rechazó la propuesta marroquí de expedir un nuevo documento en el consulado porque, según Salek, "lo hacen para obligarla a decir que es marroquí, y todo el mundo sabe que los saharauis no son marroquíes", apostilló.

Desde el 14 de noviembre, la activista se halla en Lanzarote "sin pasaporte" y "eso es culpa del Gobierno español", aseveró Salek, que relató cómo fue trasladada en avión hasta España con el beneplácito del Gobierno, y a pesar de su negativa, cuando las leyes "establecen que ninguna persona puede entrar sin pasaporte". A preguntas de los periodistas, sobre la actitud del Ejectuivo, la ministra aludió a la "pasividad" Gobierno y a su escasa sensibilización con la situación que vive la región desde hace 35 años, de la que también le hizo responsable.

La ministra se trasladó posteriormente a Sant Joan, donde participó en el Eid, la fiesta del cordero, junto a un centenar de personas.