Hagánlo como quieran, pero entiéndanse

Entesa per Mallorca reunió el miércoles al escritor Sebastià Bennassar, el glosador Mateu Xurí y el periodista Maties Salom para que debatieran sobre el mallorquinismo político y sus perspectivas de futuro. Al margen de los matices, coincidieron en un mensaje: Los partidos nacionalistas sólo pueden salvarse si unen esfuerzos, hablando más claro, si concurren juntos a las elecciones; más escépticos se mostraron sobre si los líderes serán capaces de aparcar sus personalismos, que son muchos, constataron. Joan Lladó (Esquerra), Joana Lluïsa Mascaró (PSM), Josep de Luis (UM) y Biel Huguet (Entesa) tuvieron que tragarse el sapo.

Deja el Consell

Un alto cargo del Consell de Mallorca, de los más valorados del actual gobierno por ser competente, ya ha anunciado a su partido que abandona, harto del mal funcionamiento de esa administraciónn y máxime ahora con las restricciones presupuestarias. Hay otros motivos que le han empujado a irse, pero son inconfesables para no herir susceptibilidades ajenas. Con todo, su dimisión será vestida con una versión oficial, para no dejar en evidencia a alguna que otra mediocridad en la institución insular. La renuncia al cargo se producirá en breve, si Francina Armengol o el conseller de turno no logran que recapacite.

La hora de Delgado

La indiscutible victoria de José María Rodríguez en el PP de Palma ha encendido las alarmas en la cúpula del partido a nivel balear. El nuevo líder de los populares palmesanos toma café con el alcalde de Calvià, el díscolo Carlos Delgado, en sitios muy públicos para que todo el mundo les vea. Rodríguez es de los que piensan que José Ramón Bauzá, y sobre todo Miquel Ramis, se equivocan al excluir a Delgado, en lugar de conquistarle para que vuelva al redil. Si Rodríguez y Delgado se lo proponen, que Bauzá se olvide de salir elegido presidente en el congreso.