Maite Areal, esposa del ex president del Govern, Jaume Matas, alquiló una caja de seguridad en la entidad bancaria donde gestionaba sus ingresos económicos. Este alquiler lo contrata en el mes de julio de 2006, período en el que está dirigiendo la reforma del ´palacete´ de la calle San Felio, en Palma. El abono anual de esta caja de seguridad de Bancaja asciende a la cifra de 453 euros. En los años siguientes este alquiler se ha ido cargando en su cuenta bancaria.

Maite Areal también colaboraba en la economía familiar. Desde que su marido entró a formar parte de la primera línea política ha disfrutado de varios empleos de confianza. En el mes de febrero de 2002, cuando Matas era ministro, su esposa fue contratada como asesora de la consejería de Educación de la comunidad de Madrid. Fue asesora hasta agosto de 2005, cuando su marido ya era president. Cobraba una mensualidad que rondaba los 2.000 euros. Tres meses después fue contratada por el Centro de Cálculo Balear. Según el informe de vida laboral suscrito por el Ministerio de Trabajo estuvo asegurada en esta empresa, sin que se especifique en concepto de qué, desde julio de 2005 a noviembre del mismo año. Percibía, según su nómina, unos 2.000 euros al mes. Días después Maite Areal entra a formar parte de la nómina de trabajadores de la empresa Martorell Asesores Tributarios, con oficina en la calle Lluís Alemany de Palma. En esta empresa trabaja desde el mes de diciembre de 2005 al 1 de enero de 2007, cuando es dada de baja y contratada por el hotel Valparaíso. Durante varios meses, pese a que oficialmente no está dada de alta en la empresa de asesoramiento tributario, sigue percibiendo su nómina, según se demuestra en los extractos bancarios que están en poder del juez.

Mucho más dinero percibió Areal durante los doce meses que estuvo contratada en el hotel Valparaíso. Al mes percibe casi 3.000 euros, más las pagas extraordinarias. El resumen de su vida laboral tampoco especifica que tarea realizaba en el hotel de lujo.

En dos años, cuando su marido era president, Maite Arenal adquirió relojes y joyas en una tienda por valor de casi 70.000 euros. Siempre pagaba en metálico. En febrero de 2006 compró un reloj Rólex y abonó 23.000 euros. En ese momento en su cuenta tenía un saldo de 104 euros. En los días anteriores a la compra en su cuenta no se aprecia que tenga fondos suficientes para conseguir los 23.000 euros que entregó en la joyería.