Los colegios concertados están dispuestos a acoger a más alumnos inmigrantes si reciben las mismas ayudas (para transporte, comedor y otros) que los centros públicos.

Ésa fue una de las ideas que surgieron en la reunión que mantuvo la patronal de los centros concertados, Escola Católica, con el conseller de Educación, Bartomeu Llinàs.

El encuentro de ayer fue la primera vez que se vieron las caras los representantes de la red concertada con el titular de Educación desde que éste fuera nombrado el pasado mes de septiembre. Por parte de la patronal asistió su flamante presidente, Bernat Alemany; su secretario general, Pere Batle; y su asesor jurídico, Marc González.

Según lo que explicó este último a este diario, la concertada explicó a Llinàs que si les reclaman que se impliquen en una distribución más equitativa del alumnado inmigrante –uno de los principales retos que se ha marcado el conseller–, ellos piden a la conselleria que se comprometa a igualar las ayudas para los alumnos.

"Estamos totalmente dispuestos a aliviar la presión de los centros públicos con alto porcentaje de alumnos inmigrantes", aseguró González, "siempre que tengamos los mismos recursos que ellos".

Por otro lado, Escola Católica mostró su satisfacción porque Llinàs se ha comprometido a concertarles una reunión con el director general de Personal Docente, Miquel Coll. Según González, no tienen ningún tipo de comunicación con este departamento cuando acumulan "un montón" de problemas burocráticos con los pagos de los profesores substitutos, entre otros.

Desde la conselleria se enmarcó el encuentro en la ronda de contactos que su titular está manteniendo con los distintos sectores desde que fue nombrado.

En un comunicado de prensa colgado en su web, Educación centró el contenido de la reunión en el conflicto de la congelación de los aumentos salariales pactados con los profesores. Llinàs pidió "comprensión" ante la situación económica y recordó que "en ningún caso" se ha roto el acuerdo salarial, sino que sólo se posponen los pagos.

El asesor legar de Escola Católica valoró el tono cordial del encuentro, pero señalo que a partir de ahora "es momento de trabajar".