La conselleria de Interior y los sindicatos han llegado a un principio de acuerdo para demorar las mejoras salariales que los funcionarios debían percibir a partir de 2010, aunque la fórmula acordada va a ser consultada por estos últimos con sus delegados. La propuesta que se puso ayer sobre la mesa consiste en que las subidas en las retribuciones que debían percibirse de forma paulatina entre el próximo año y 2014 no comiencen a cobrarse hasta 2011, pero a cambio se avanzará la fecha en que se recibirá la totalidad del aumento acordado, fijándola en 2013.

Esta idea ya se había planteado el miércoles por parte de UGT, con algunas reticencias iniciales desde CCOO y STEI, pero ayer fue asumida por el Govern y, al menos inicialmente, acogida de forma satisfactoria por los representantes de las demás organizaciones sindicales, a la espera de hacer las consultas pertinentes con sus bases y analizar las garantías jurídicas que el Ejecutivo autonómico ha presentado respecto al cumplimiento de este nuevo pacto.

La mesa de la función pública volverá a reunirse hoy para terminar de perfilar el posible acuerdo, lo que hará que previsiblemente los delegados de los Servicios Generales no acudan a la concentración frente al Consolat de Mar, que sí va a contar con la presencia de los representantes del personal sanitario y del profesorado de la enseñanza concertada, siguiendo así con la convocatoria para realizar una protesta ante la sede del Govern cada viernes de este mes.

Frente a este avance entre los funcionarios, la reunión de la conselleria de Salud con los sindicatos de la sanidad pública no está prevista hasta el día 24, la misma fecha en la que hay convocada una protesta ante la sede del Parlament. Por ahora ni en el caso de este colectivo ni el del profesorado han trascendido avances.

Hay que recordar que también hay una manifestación prevista para el día 26, que irá desde la plaza España hasta la calle Palau Reial.

Compromiso de Antich

Por otro lado, desde UGT se reclamó al president Francesc Antich que se defina exactamente sobre las intenciones de su Gabinete a la hora de renegociar las citadas subidas salariales.

En concreto, lo que se exige es que a la espera de que se avance en la negociación con profesores y personal sanitario, el president balear se comprometa a que los trabajadores no van a perder las cantidades que se debían percibir en 2010 y se reconozca esta deuda. Esta reivindicación se produce ante la sensación existente de que "en el Govern alguien no dice la verdad", según se indica desde UGT, debido a lo que se consideran mensajes contradictorios por parte de la conselleria de Economía.