Los electricistas consideran que el plazo establecido para colocar a todos los usuarios el Interruptor de Control de Potencia (ICP) es ilusorio. La compañía distribuidora Gesa Endesa confirmó ayer que todavía hay 360.000 clientes sin este dispositivo en Balears, de un total de 690.000, pese a que la fecha límite es el próximo 31 de diciembre.

El ICP –de uso obligatorio a raíz del Real decreto 1454/2005 del Gobierno central– desconecta la instalación cuando los aparatos que están funcionando a la vez demandan una potencia superior a la contratada. En caso de no disponer del interruptor, "la instalación queda en una situación de ilegalidad", afirma Gesa, y se aplica una penalización –se cobra como si se hubieran contratado 20 kilovatios–. El sobrecoste en la factura puede rondar los 30 euros, según la Asociación de Empresarios de Instalaciones Eléctricas y de Telecomunicaciones de Mallorca (Asinem).

Miles al día

"Para poder cumplir el plazo establecido, sería necesario que todos los profesionales autorizados colocaran de aquí al 31 de diciembre unos 7.000 dispositivos diarios, incluso en jornadas festivas", afirman desde Asinem. Y aunque así fuera, la patronal juzga "imposible" que Gesa y sus subcontratas "consigan precintar" todos esos ICP antes de que concluya el año. Asinem arremete contra la distribuidora porque, a su entender, se dan "numerosos casos de órdenes de trabajo que se extravían, solicitudes que deben repetirse varias veces y citas para la realización del precinto que se conciertan con minutos de antelación a las que es imposible acudir".

Ventajas e inconvenientes

Por su parte, Gesa sale al paso de las críticas que sostienen que el dinero de las penalizaciones por la falta de ICP redunda en su cuenta de resultados. "Estos ingresos, como todo lo que se recauda por el suministro de energía, se destina al Operador del Mercado Eléctrico. Nuestra retribución no depende directamente de este dinero", manifiestan.

El ICP, explica Gesa, garantiza la seguridad de las personas y de sus bienes, evita que se queme la instalación debido a un exceso de carga y asegura la calidad del servicio eléctrico. Si se demanda una potencia superior a la contratada, el ICP corta la luz. Cuando se dispara, es necesario desconectar algún electrodoméstico. Si esto ocurre a menudo, lo conveniente es aumentar la capacidad. No obstante, la colocación de un interruptor no implica la contratación de más potencia. Solo se deberá incrementar si la demanda es superior a la establecida oficialmente, y esta circunstancia se constata cuando el dispositivo salta a menudo.