El Gobierno central subrayó hoy que la experiencia y el criterio científico muestran que la recogida "masiva e indiscriminada" de medusas en el mar está "totalmente desaconsejada", por lo que mantener "permanentemente operativa" una flota para la retirada de unidades resulta "innecesario y extremadamente caro", dado que no repercute en un beneficio directo para el uso de las playas por parte de los bañistas.

Además, el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino incide en que la retirada con artes de pesca "no es totalmente efectiva" dado que, a pesar de los esfuerzos que se realicen para ello, "siempre quedan" unidades de esta especie o restos de las mismas que pueden llegar a la zona de baño. Por tanto, aboga por las recogidas 'puntuales'.

Así lo expone el Ejecutivo central en respuesta a la pregunta parlamentaria formulada por el senador autonómico por Baleares Pere Sampol, quien solicitó información sobre los criterios por los que no se autorizó la contratación de embarcaciones para la recogida de medusas, como alternativa para minimizar la plaga de esta especie en el litoral.

En su contestación, el Gobierno remarca que la experiencia previa de la campaña piloto llevada a cabo en 2007 incluyó como una de las actuaciones el ensayo, con carácter experimental, de la retirada de ejemplares, siempre restringida a áreas muy próximas a las zonas de baño que estuvieran afectadas en varias provincias.

Su desarrollo, prosigue el Ministerio, puso de manifiesto que en las ocasiones que se procedió a la retirada resultó "imposible" asegurar la completa eliminación de ejemplares, lo que deriva a que la utilización de zona de baño cuando se produce llegada masivas de ejemplares debía quedar restringida, se realizase o no una actuación de retirada en el mar.

Además puso como caso concreto un balance de un fin de semana en la costa de Granda, donde se procedió en ese periodo a la retirada de ocho toneladas de medusas, "sin que se llegase a conseguir un efecto significativo sobre la cantidad de ejemplares que llegaban a afectar a la zona de baño, que debió quedar restringido para seguridad de los bañistas".

"Fruto de esta experiencia y de acuerdo con el asesoramiento científico del Instituto de Ciencias del Mar, que estimaba mucho más efectivo tener preparado un operativo para realizar actuaciones puntuales de recogida donde y cuando fuera estrictamente necesario, en lugar de estar continuamente en navegación, durante la Campaña Medusas desarrollada del año pasado tales actuaciones se restringieron a zonas y momentos muy concretos", recalca el Ejecutivo central.

PUEDE DAR LA SENSACIÓN DE FALTA DE SEGURIDAD

Además, el departamento dirigido por Elena Espinosa remarca que la existencia de una flota regular de retirada de medusas puede "ofrecer a los usuarios de las playas una sensación de falsa seguridad, con lo que se puede contribuir a un mayor número de picaduras, y las playas de baño, a pesar de la recogida, seguirán estando afectadas por la arribada de medusas o sus restos".

Por lo tanto, para la campaña de este año se descartó la realización de actuaciones de recogida de manera rutinaria, si bien se contempló la posibilidad de su realización puntual en los momentos y localizaciones donde resulten necesarias de cara a contribuir a que la zona afectada pueda recuperar sus condiciones de seguridad para el baño con la mayor brevedad.

En tal sentido el Gobierno central explica que, a través de las jefaturas provinciales de costas, se podría llegar a acuerdos con diferentes colectivos de índole municipal, provincial o supraprovincial encargados de la dotación de medios para la realización de tales actividades, "siempre en el supuesto de que se tratara de actuaciones puntuales en las que se deberá seguir el protocolo específico desarrollado al efecto, que cuenta con el respaldo de la comunidad científica y que incluye, además de la metodología para realizar la propia actuación de retirada de manera que se minimicen los efectos para otros seres marinos".

Finalmente, el Ministerio incide en que, durante el presente, año se reforzaron los protocolos y servicios de observación, vigilancia e información ciudadana de forma para minimizar los efectos perjudiciales que la aparición de enjambres de medusas.