Pedro Barbadillo avisó a Nofre Rullán que tenía que partir hacia el Sáhara occidental. Era el pasado jueves por la tarde en Palma, y tras hablar con Rullán, tomó una cámara de la productora en la que ambos son socios y se dispuso a coger un vuelo que le permitiera llegar cuanto antes a El Aaiún, según comentó ayer Rullán. Barbadillo sabía que cuando llegara a la ciudad la activista saharaui Aminatu Haidar sería detenida por la policía marroquí, y quería estar allí para grabar todo el proceso, porque está elaborando un documental sobre la vida de Haidar.

Finalmente, tanto Barbadillo como el cámara canario que contrató en Las Palmas, Pedro Guillén, fueron también detenidos para ser interrogados, aunque el cónsul español en Rabat había asegurado que sólo estaban "retenidos".

Tras varias horas en esta situación fueron liberados a primeras horas de la noche, y embarcados en un vuelo a Las Palmas. La agencia oficial MAP había publicado poco tiempo antes que Haidar "rechazó cumplir con las formalidades de la policía a su llegada al aeropuerto de el Aaiún, principalmente la ficha de embarque, que incluye, como exige la reglamentación internacional" pero en ningún momento se refirió a la retención de los dos españoles.

Barbadillo es un periodista y cineasta muy conocido por la calidad de los documentales que elabora. Actualmente colabora con Televisió de Mallorca en el programa "Enxarxats". La directora Marisa Goñi mostró ayer su preocupación por la situación en que se encuentra Barbadillo, su cámara y la activista saharaui. "Esperamos que se resuelva favorablemente", agregó Goñi -antes de saber que habían sido puestos en libertad-, quien conoce en profundidad a Barbadillo, por ser un periodista implicado en reportajes de denuncia.

Según Barbadillo, que desconocía el paradero de Haidar, los agentes les acusaron de grabar instalaciones no permitidas, les requisaron el material e interrogaron sobre el objetivo de ese documental, centrado en la activista saharaui.

El trato de los agentes "fue correcto", aseguró Barbadillo, pese a que hubo momentos de "más tensión" cuando les preguntaron si estaban financiados por alguna organización, con la intención de averiguar si su trabajo "estaba orquestado".

El documentalista agradeció las gestiones de las autoridades consulares en el país, e indicó que pese a que les requisaron parte del material tienen pensado continuar ese documental, que realizan de manera independiente y cuyo título previsto es ´Con el viento de cara´.

En él intentan reflejar que "en un conflicto como el que viven los saharauis hay formas de defender esa causa de forma pacífica", algo que a su juicio encarna Haidar, "un personaje admirable que optó por esa línea desde dentro" y sobre la que considera que "el reconocimiento está teniendo a nivel internacional es parte de esa postura".