El presidente del Consell, Xico Tarrés, defendió ayer una vez más a su salida de los juzgados su inocencia en torno al caso Eivissa Centre, por el que se le imputa supuestamente los delitos de cohecho, prevaricación y tráfico de influencias. "Algunos me querrían ver como a un chorizo, pero no lo soy ni en este caso ni en ningún otro", dijo.

Tarrés insistió en que él ya ha dado explicaciones y que ha llegado el momento de que lo hagan otras personas, fundamentalmente para que justifiquen "lo que ha pasado en los últimos ocho meses", en referencia a la querella fallida presentada por Tuells y López en contra del anterior juez instructor de Eivissa Centre y la abogada Ascensión Joaniquet y que ha supuesto la apertura de una investigación contra ambos por presunta falsedad. En este sentido, dijo que se niega a aceptar que se "meta en el mismo saco a todos los políticos". "No todos somos iguales y nadie me podrá acusar ahora ni nunca de que he hecho una sola cosa que no fuera legal", señaló el presidente, para añadir acto seguido: "Llevo diez años en política y no me da para comprarme determinados televisores o escobillas de WC", en alusión a algunos de los elementos ´valiosos´ hallados en el ´palacete´ del ex presidente del Govern Jaume Matas. La segunda comparecencia de Tarrés en el Juzgado por el caso Eivissa Centre duró apenas media hora. Tal como había anunciado, Tarrés se negó a responder a las preguntas de Andrés Tuells, abogado del ex dirigente socialista Roque López. También rechazó contestar a las preguntas de la defensa de la Asociación de Vecinos Afectados de Eivissa Centre. Tarrés justificó su negativa a contestar a las preguntas del abogado de estos afectados porque es "un tema que ya está juzgado" por la vía contenciosa administrativa con resultado favorable, además, a los intereses del Ayuntamiento.

Grabaciones

Por otro lado catedrático de la Universidad Carlos III de Madrid José Manuel Molina, perito propuesto por la defensa de la mayoría de los socialistas imputados por Eivissa Centre, ratificó ayer ante la jueza que, al no existir los ficheros originales de las grabaciones de Roque López, "nunca se podrá saber" si éstas pudieron ser manipuladas. La abogada Ascensión Joaniquet señaló que "no hay ninguna manera de saber si las grabaciones son una copia de las originales o una alteración de las mismas". El perito explicó que con este tipo de formato "no hay ninguna dificultad" para presentar un CD con conversaciones de "corta y pega", según Joaniquet. López presentó en su día en el juzgado el MP3 vacío con el que grabó a sus compañeros.