Sorprende que un asunto acaecido hace nueve años se resuelva en una negociación a contrarreloj y cuando el tiempo ya ha expirado. Con la jueza sobre el estrado y los abogados en su sitio, la primera sesión se abortó por dos veces. Primero, un receso de treinta minutos, y luego, otro parón de casi tres cuartos de hora facilitaron el entendimiento entre las partes. Los seis acusados se sentaron dos veces en el banquillo pero no tuvieron que responder al fiscal ni a los abogados. Ahora sólo falta dilucidar si las aseguradoras incrementarán la parte de la indemnización que les corresponde. El Día de la Almudena dejó en el aire el pacto que, en cualquier caso, no impedirá la celebración del juicio.