Algunos viven en un mundo muy alejado de la recesión. Son personas, o colectivos, que, si les hablan del paro y del hambre replican con "yo no veo la crisis por ningún lado, vas a los restaurantes y siempre están llenos".

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Los ignorantes complacidos disfrutan, por ahora, de rentas seguras por su trabajo y/o de importantes ahorros producto de los tiempos de bonanza.

Es hora de sacrificios, pero algunos reaccionan amenazando con el hacha. Buenos son los derechos adquiridos, pero mala, muy mala es la situación.