Balears cerró el pasado mes de octubre con la cifra de paro más alta de toda su historia: 81.683 personas se encuentran en este momento en las islas sin poder acceder a un empleo. Y esta situación va a empeorar durante los próximos meses, hasta el punto de que la consellera de Trabajo, Joana Barceló, no descarta acercarse a la cifra de 95.000 desocupados durante el próximo mes de enero.

La consellera y el director general de Planificación Estratégica, Llorenç Pou, admitieron que las cifras hechas públicas ayer son muy negativas, aunque perfilaron como único elemento positivo que el aumento del paro y la destrucción de empleo muestran una desaceleración respecto a octubre del pasado año.

En cualquier caso, los 81.683 desocupados suponen un incremento del 13,3% respecto a septiembre, la tasa más alta de toda España, frente a una media en el conjunto de España del 2,7%. Igualmente, ese dato implica que en un año el número de parados ha crecido en Balears un 43,3%, frente a la media estatal del 35,1%.

Esta fuerte subida respecto al mes anterior se vincula directamente a la elevada estacionalidad de una economía balear sustentada por la actividad turística, ya que si el aumento de parados en el sector servicios ha sido del 20,1%, en el caso de la hostelería este porcentaje se eleva hasta el 43,5%, fruto de una temporada más corta de lo habitual. Joana Barceló reconoció que esta elevada estacionalidad sigue siendo una de las asignaturas pendientes de la economía balear.

Por contra, el desempleo en la construcción vuelve a descender por segundo mes consecutivo, en este caso con una rebaja del 1,7% respecto a setiembre.

Llorenç Pou puso de relieve que el paro de larga duración –más de un año– se sitúa ya en un 17,8%, frente a una media estatal del 26,7%.

Y además subrayó que en las islas sigue aumentando la población activa, con unas 15.000 personas inscritas que no habían trabajado en los últimos cuatro años. Eso supone que hay muchos isleños, principalmente mujeres y jóvenes, que optan por reclamar un puesto de trabajo para intentar ayudar a sus debilitadas economías familiares, con el riesgo que ello supone en relación al abandono de los estudios por parte de este último colectivo.

Por lo que respecta a las personas que trabajan, octubre se cerró con 432.779 isleños afiliados a la Seguridad Social, lo que supone un descenso del 5,8% en relación al mes anterior, de nuevo el recorte más importante del conjunto del país, frente a una media estatal del 0,15%.

Indicios de mejoría

Joana Barceló y Llorenç Pou opinaron que existen indicios de una cierta mejoría, desde el momento en que aumento en el número de parados y el recorte de los ocupados que se ha dado en esta ocasión ha sido inferior al que se daba en octubre del pasado año. Sin embargo, se admitió que las cifras de desocupados siguen siendo tan extremadamente altas que hacen necesaria la adopción de medidas extraordinarias, ya sea de apoyo a las empresas y a los autónomos con el fin de favorecer el empleo, como de ayuda a aquellas personas que se encuentran en una situación de mayor vulnerabilidad.

Además, la consellera destacó la decisión de seguir apostando por la inversión pública, como vía para favorecer la reactivación económica, y de eliminar trabas a la de carácter privado, con medidas como el Decreto Nadal.