La juez de instrucción número 10 de Palma ha solicitado a la fiscalía anticorrupción que determine los hechos que serán juzgados por el caso Bitel-2, la presunta trama de corrupción en torno a la empresa pública de servicios telemáticos en el anterior Govern del PP. La instrucción sumarial se da ya por concluida y la causa podría pasar pronto a la fase de apertura de juicio oral.

El caso Bitel-2 estalló en abril de 2008. Fue denunciado semanas antes por el actual Govern a la fiscalía anticorrupción tras darse cuenta del descuadre y otras irregularidades en la sociedad de servicios telemáticos. La querella inicial se formuló contra el ex gerente Damià Vidal, tres colaboradores suyos, el secretario del consejo de Administración y su hijo. Durante el año y medio de instrucción han declarado nuevos imputados, entre ellos el director financiero, Miquel Simonet.

Vidal, que se halla desde el 21 de abril del 2008 en libertad provisional bajo fianza de 200.000 euros, está acusado de malversar fondos públicos; fraude a la Administración pública; falsedades de documentos mercantiles; cohechos, y otros delitos.

Anticorrupción postula que el ex gerente de la empresa pública urdió con los otros encartados un supuesto entramado societario para vaciar las arcas de Bitel mediante varios sistemas. El principal método de la importante defraudación habrían sido los contratos autorizados por el primero a las empresas privadas de sus cómplices por varios cientos de miles de euros y a cambio de informes plagiados, descargados de Internet o de nada.

La fiscalía también reclamó la imposición a los seis primeros encausados de una fianza de un millón de euros para hacer frente a las posibles responsabilidades pecuniarias del caso.

Ahora, la fiscalía tendrá que determinar qué imputaciones concretas se dirigen a los encausados y qué posibles delitos cometieron. También tendrá que acotar el alcance económico de los supuestos delitos.

A lo largo de la instrucción también se ha investigado si el ex director gerente pudo pasar a empresas privadas datos claves sobre los blindajes, bases de datos y copias de seguridad usadas por el Govern y otras administraciones.

Entre las imputaciones concretas que se dirigieron al principio contra Vidal, defendido por Eduardo Valdivia y Jaume Campaner, destacó el usó de la tarjeta visa de la empresa para numerosos gastos privados en peluquería, combustible, juguetes, comida, viajes particulares, etc. El imputado también sacó dinero en efectivo de Bitel.