"Mamá, papá, soy homosexual". Esta frase se dice rápido, pero encierra un montón de miedos y dudas en el seno de las familias. Como hijo, ¿cómo afrontar este momento? Como padres, ¿cómo reaccionar?

La catalana Esther Nolla vivió esta situación hace años con su hijo y al principio lloró. Ahora ya no llora nada. De hecho dice que a veces se siente "reventar" de amor. Es la presidenta de la primera Asociación de Madres y Padres de Gays, Lesbianas, Transexuales y Bisexuales y ha venido a Palma para animar a crear una asociación similar y presentar su libro Entender a los que entienden.

- ¿Por qué los padres viven como un drama cuando un hijo les dice que es gay?

- Cuando un niño se da cuenta de que se siente atraído por otro niño o una niña por otra niña, pasa un momento muy duro de aceptación. Si para la persona es muy doloroso, cuando te lo dicen a ti tienes el mismo problema, porque cuando se tiene un hijo, se da por supuesto que es heterosexual.

- ¿Cómo se pasa de llorar a escribir libros sobre el tema y presidir una asociación como la vuestra?

- Lo principal es que los hijos quieren mucho a los padres y los padres mucho a los hijos. Es un proceso de cambio social que ha de pasar toda la familia muy importante. Vendrán los amigos a comentarte ´que si mi hijo tiene novia´ y te dirán ´¿y tu hijo todavía no tiene?´. Y tu has de saber qué tienes que decir, cómo has de hacerlo. Has de aprender a vivir socialmente con esta realidad. Y en solitario no puedes aprenderlo.

- ¿Todavía hay tantos prejuicios ?

- La vida social siempre es heterosexual y dentro de las familias hay una barrera que es el silencio: ´Yo te acepto dentro de casa, no pasa nada, pero fuera no tienes que decir nada de esto´. Así no se puede vivir.

- Esto puede destrozar a una familia...

- El silencio destroza a las familias, sobre todo a la madre, que es a la que le preguntan ´¿y tu hijo no tiene novia?´ y cosas así. La madre calla mucho. Por eso tiene que buscar una asociación con otros padres porque te entienden, han pasado lo mismo que tú, te explican los pasos que han dado...

- Pero hay muy pocas asociaciones como la vuestra.

- Nosotros hemos sido pioneras en Catalunya, y luego en el estado español, pero ahora ya hay más por todas partes. Ahora hemos venido para que los medios se hagan eco de que existimos y de que aquí está Ben Amics. Queremos una asociación aquí.

- ¿Mallorca es especialmente cerrada?

- Mallorca es muy cerrada, como cualquier barrio de Barcelona. Pero en Mallorca hay una ventaja: muchos estudian en la universidad fuera. Muchos huyen a los 18 años. Allí encuentran buenos amigos y pueden remontar su autoestima, cuando aquí sólo encontraban pegas, se asfixian. Es una pena que tengan que emigrar a Barcelona.

- ¿Qué consecuencias puede tener para un chico o chica que los padres no lo acepten?

- Lo peor, el suicidio; perder los estudios, drogadicción, problemas de anorexia... Hay muchos síntomas de depresión.

- ¿Cómo se ha de tratar este tema en las escuelas?

- Han de trabajar la igualdad de género, que si un niño juega a muñecas sea fantástico y que si una niña juega a la pelota sea fantástico. Que cualquier rol de niño o niña no sea un tema de insulto para nadie. En las escuelas se perpetúan durísimamente una serie de roles que se habían cerrado. Es un problema social.

- ¿Es más difícil dar el paso en las familias más religiosas?

- En la asociación tenemos padres catequistas. Como la familia es religiosa, se quieren mucho y saben que tienen un problema, y buscan una solución.

- Pero, ¿y la parte tan crítica que existe en la Iglesia?

- La Iglesia no es más dura con los homosexuales que con los matrimonios recompuestos o con el uso del preservativo. La fijación de la Iglesia Católica es la práctica sexual no reproductiva. No te dicen que no existan –¡ellos están llenos de homosexuales!– pero te dicen que no tengas prácticas sexuales. La Iglesia es la que mejor conoce la afectividad homosexual y su sufrimiento.

- ¿Existe el caso contrario al rechazo: hay gente que hace ostentación de tener un hijo gay?

- Todo el día hablamos de nuestra heterosexualidad, yo neutralizo. Cuando hablo de lo que hace mi hijo, no es para poner una bandera, es que quiero hacer un espacio social para mi hijo y mi hija en igualdad de condiciones.