El alcalde de Alcúdia y destacado dirigente de Unió Mallorquina, Miquel Ferrer, salió ayer a replicar a aquellos compañeros del partido que consideran necesario "jubilar" a la primera línea tras la imputación de toda la llamada ´vieja guardia´ porque "la corrupción lastra la imagen de la formación", dicen.

Sin pronunciarse sobre si apoya o no estas tesis, defendidas precisamente por la mayoría de su sector afín en la formación, Ferrer quiso poner de manifesto tres cuestiones: En primer lugar, cree que "la gente tiene derecho a opinar lo que quiera, pero es imprescindible dar la cara, hablar con nombre y apellidos, porque lo contrario hace daño al partido". Y es que hay un importante grupo de pesos pesados de UM que en privado no ocultan su preocupación por el futuro, aunque ninguno se atreve por el momento a encabezar una rebelión interna.

A raíz de la imputación de su presidenta de honor, Maria Antònia Munar, que se suma a otras muchas en la formación, Ferrer admite que "son momentos complicados" para UM, "pero más que nunca es tiempo de tener responsabilidad y trabajar en positivo", añade. Por último, este barón quiso manifestar en público su apoyo al actual presidente, Miquel Àngel Flaquer, al que algunos ´críticos´ incluyen entre los cargos de la formación que deberían renovarse, al estar también imputado por el caso Can Domenge. "Flaquer hace una labor muy buena y tiene todo mi respaldo", aseveró Ferrer.