La gestión medioambiental se ha sumado a la lista de víctimas de la crisis económica. Los problemas por los que atraviesa la construcción está provocando un fuerte incremento de los escombros generados por esta actividad que acaban en vertederos ilegales en lugar de hacerlo en las plantas de tratamiento con el objetivo tanto de abaratar costes como incluso de conseguir beneficios a costa de incumplir la normativa, según lamenta la consellera insular de Medio Ambiente, Catalina Julve.

Porque desde Mac Insular, empresa que gestiona el tratamiento de estos materiales de desecho por encargo del Consell de Mallorca, se ha detectado tanto el caso de empresas que se liberan de los escombros de forma irregular para no tener que pagar las tasas correspondientes, como de otras que aplican este gasto sobre sus clientes para luego no seguir los cauces adecuados para el tratamiento de esos materiales, lo que les permite conseguir unos ingresos extras vulnerando la normativa.

Tanto Julve como los representantes de la citada concesionaria subrayan que la reducción en la entrada de residuos de construcción en las plantas de tratamiento esta siendo mucho más acentuada que la caída de la actividad en este sector. Así, la consellera insular indica que si el plan director cifra en 1,1 millones de toneladas los escombros que se generan en la isla durante un año, en 2007 sólo entraron en plantas de tratamiento 570.000 toneladas, 460.000 en 2008 y, a la vista de las cifras del primer semestre, se calcula que este año se rozarán las 300.000. Según las estimaciones de Mac Insular, en estos momentos se están llevando a vertederos ilegales de Mallorca al menos otras 300.000 toneladas, e incluso no se descartó que se pudiera llegar a las 400.000. Como referencia del valor económico que este incumplimiento supone, basta indicar que la tarifa a abonar por el tratamiento de estos materiales se sitúa en una media de unos 51 euros por tonelada.

Efectos sobre los isleños

Catalina Julve denunció los graves efectos que estos comportamientos tienen sobre el medio ambiente de las islas, pero destacó que el impacto sobre los habitantes de Balears también alcanza a su bolsillo.

Así, declaró que cuantos más residuos son tratados, más se abarata su gestión, lo que permite rebajar las tarifas. De momento, el Consell de Mallorca ha optado recientemente por recortar el precio de la tonelada tratada, con el fin de favorecer el cumplimiento de la ley. Pero advirtió de que si se sigue rebajando la entrada de materiales en las plantas gestionadas por Mac Insular, no quedará más remedio que volver a elevar esas tasas.

Además, recordó que un 30% de los escombros se tratan como residuos urbanos, por lo que su reducción también puede conllevar un alza en las tasas que pagan las familias mallorquinas.