Se veía venir. Zapatero destina 180 millones de euros para obras municipales en Balears, con la condición de contratar a personas en paro. Los alcaldes y concejales las adjudican a sus empresarios amigos, aprovechando las exoneraciones de la ley al tratarse de una medida anticrisis, y, en plena connivencia de ambos, contratan a personal del SOIB previamente avisado para que se inscribiera en las listas del desempleo. La sinvergozonería de determinados individuos que pululan en los ayuntamientos mallorquines no tiene límites.