La dirección general de Consumo del Govern ha retirado del mercado 905 pares de zapatos contaminados con dimetilfumarato, una sustancia que puede provocar reacciones alérgicas a los usuarios. Asimismo, este departamento mantiene inmovilizados de manera cautelar otros 1.681 pares importados mientras se determina si contienen esta sustancia.

Este producto químico que había sido usado como humectante en el calzado retirado tiene un efecto fungicida -que destruye los hongos- y está prohibido por el Instituto Nacional de Consumo, que advierte que puede producir lesiones cutáneas y alergias en la piel y en las zonas del cuerpo que estén en contacto con el producto, por ejemplo los ojos.

Como especificó Diego González, director general de Consumo, de estos 905 pares 892 han sido devueltos al fabricante por la empresa que los tenía en venta para que procediera a su destrucción y los trece restantes fueron inutilizados aquí, "casi con seguridad porque eran de origen desconocido". La dirección general de Consumo ha llevado a cabo hasta el momento setenta actuaciones sobre este tipo de productos considerados como "peligrosos".

El director general concretó que la mayoría de los zapatos intervenidos eran de temporada de invierno y que los sistemas de alerta para evitar la entrada en la comunidad de calzado veraniego que contenga esta sustancia ya están activados.

Cuatro marcas

González indicó que en Balears se han detectado cuatro marcas de zapatos que usaban esta sustancia nociva -Dulce Café, Poloni, Moda Light y 1TO3- que han sido incluidas en el listado de 117 modelos detectados en todas las comunidades autónomas e introducidos en la red de alerta nacional.

González señaló que la dirección general de Consumo ha recibido cinco denuncias formuladas por ciudadanos por este tipo de productos y que su departamento ha realizado 70 inspecciones a distribuidores de calzado o comercios de todo tipo, "fundamentalmente tiendas multiprecios, pero también en establecimientos de zapatos de toda la vida".

El director general de Consumo, departamento dependiente de la conselleria de Salud, afirmó que la introducción de este tipo de calzado en el archipiélago es cada vez menos frecuente ya que estas partidas son detectadas en aduanas por el Servicio de Inspección del ministerio de Comercio y por el hecho de que las empresas de calzado exigen a los fabricantes que les garanticen que su producto no contiene esta sustancia.

La dirección general de Consumo también informó de que el total de pares de zapatos sobre el que se actuado en el archipiélago asciende a 2.586.