2009 será un año de confusión y sorpresa para muchos consumidores de Balears por los cambios que se introdujeron en el sistema de facturación de la energía eléctrica a finales de 2008, que ya han provocado un aluvión de quejas a la compañía Gesa, y por la liberalización del mercado para los usuarios domésticos, prevista para el próximo mes de julio. Así lo entiende el director general de Consumo, Diego González, cuyo departamento abrió ayer un expediente informativo a la empresa suministradora de electricidad del archipiélago.

El responsable del departamento autonómico de Consumo consideró "muy positivo" que los usuarios de energía eléctrica puedan decantarse por opciones alternativas al suministro de Gesa, pero advirtió de que, como ocurrió en el caso de la apertura del mercado telefónico podría haber desajustes y problemas en la puesta en marcha del nuevo mercado abierto. "Esperamos que se haga bien", subrayó González, quien recordó que la liberalización vendrá acompañada por una nueva subida de tarifas.

En cuanto a la investigación sobre las múltiples quejas por las últimas facturas de Gesa, el director general precisó que su objetivo es "dar tranquilidad a los consumidores" y comprobar si, como argumenta la empresa, las protestas de algunos clientes se deben a su falta de conocimiento sobre el nuevo modelo de facturación mensual. En concreto, analizará si se han aplicado precios de 2009 para consumos realizados en 2008 y se se ha penalizado por exceso de consumo a clientes contabilizando para ello un periodo de varios meses. Gesa también deberá informar al Govern, en un plazo de 15 días, de cuántas quejas ha recibido a causa de estos cambios y de cómo aplica la tarifa por el alquiler de equipos.

González, que apuntó que de este expediente podría derivarse un proceso sancionador si se confirman irregularidades, confió en completar el proceso de recopilación de información en el plazo de un mes.