La edificación en las islas sufrió el pasado ejercicio un descenso acusado aunque sin entrar en barrena como sucedió en la península. El número de viviendas libres iniciadas a lo largo de 2008 se redujo en Balears un 14,5%, significativamente por debajo de la media nacional, que frenó su ritmo un 38%.

Estos datos se recogen en un informe sobre el ajuste de oferta de construcción residencial y su impacto en el mercado de trabajo redactado por Caixa Catalunya, que indica que en las islas se comenzó a construir en 2006 un total de 10.946 pisos, frente a los 12.795 entre julio de 2007 y junio de 2008.

No obstante, y a tenor de los últimos datos del Colegio Oficial de Arquitectos de Balears, las peores cifras empezarán a gotear a lo largo de este ejercicio. En 2008 se visaron en Mallorca un 62% de viviendas menos que en 2007. A lo largo de 2008 estos profesionales tramitaron 4.401 expedientes frente a los 11.648 de un año antes, lo que da idea del escaso volumen de nuevas edificaciones para 2009. Las caídas se han acelerado trimestre a trimestre hasta el punto de que entre los meses de octubre y diciembre se visaron cerca de una cuarta parte que en el mismo periodo de 2007.

Por comunidades, la bajada en el inicio de viviendas se notó especialmente en Tarragona, Barcelona y Málaga y, en general, con mayor intensidad en las provincias costeras, y sólo aumentó en Badajoz, Teruel, Vizcaya y Guipúzcoa.

Según el estudio de Caixa Catalunya, el cambio de ciclo inmobiliario y el ajuste en la oferta en construcción residencial comenzó en 2007, año en el que se modificó por completo el anterior panorama.

Al propio reajuste interno, después de años de fuerte expansión, se unió el estallido de la crisis financiera internacional en el verano del pasado año. De este modo, el encarecimiento del coste de financiación, el deterioro en el mercado laboral y el aumento de la incertidumbre condujeron a una intensa corrección de la demanda de vivienda, sobre todo en el segmento de la segunda residencia.