La sala de lo Civil del Tribunal Supremo (TS) ha dictado una sentencia en la que legitima las expresiones críticas vertidas por DIARIO de MALLORCA, en una serie de artículos publicados entre 2003 y 2004, contra la forma de gestionar el museo público de Arte Moderno Es Baluard de Palma y su presidente, el también editor de prensa Pere Serra Bauzá. El Alto Tribunal ha desestimado el recurso de casación contra la sentencia de la sección tercera de la Audiencia de Palma que absolvió íntegramente al director, un periodista y un colaborador y la empresa editora de DIARIO de MALLORCA de la demanda de protección al honor interpuesta por Pere Serra.

Se trata del tercer fallo judicial que da con rotundidad la razón a este periódico, defendido por Juan Buades, frente a la demanda de Serra. El empresario mallorquín demandó en 2004 al director, José Iglesias, al jefe de la sección de Cultura, Josep Rosselló, y al columnista Eduardo Jordà, de DIARIO de MALLORCA, para los que pidió ser condenados a abonarle una indemnización de 240.000 euros.

El demandante postulaba que en 17 artículos publicados entre agosto del 2003 y agosto del 2004 se había lesionado su honor, mediante una serie de expresiones insultantes y vejatorias. Serra valoraba los hechos como "una campaña de desprestigio", "una operación programada y planificada" para ofrecer una imagen suya "despreciable".

El TS enmarca el litigio en la clásica confrontación entre los derechos a la libertad de expresión y el derecho al honor de los criticados por un medio de comunicación. La sentencia rechaza que, como propugnaba el recurso, haya que valorar las expresiones vertidas desde un simple punto de vista semántico o sintáctico para ver si son ofensivas. Tampoco hay que buscar el significado etimológico de las palabras. Lo apropiado, resalta el fallo, es analizar las circunstancias concurrentes y el contexto.

El Alto Tribunal ampara así los artículos y recuerda que es un hecho inamovible en casación que "el recurrente es un personaje de notoria proyección pública y mediática en el ámbito mallorquín". El TS, a continuación, revalida la legitimidad de los textos y los encuadra "en la misma línea crítica que sigue el periódico Diario de Mallorca respecto de la total gestión y gobierno de la fundación presidida por Pedro serra". Se trata de un proyecto pagado con fondos públicos y susceptible de debate.