El sistema por el que los colegios deciden si tienen jornada continua o partida está a punto de cambiar. La conselleria de Educación ha elaborado el borrador de una nueva orden en la que se eliminan restricciones para que los colegios puedan aprobar un cambio de horario. Así, si finalmente se aprueba este proyecto, podría quedar en manos de unos pocos padres el decidir si hay clases por la tarde o no.

Así lo denuncia la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos de las islas (Coapa) que considera erróneo el planteamiento del texto, que creen enfocado a potenciar la jornada continuada.

Tanto en el proyecto actual como en la orden del 2002 aún vigente se establece que si un colegio desea pasar de jornada continuada a partida o viceversa son los padres quienes deben votar si aprueban ese cambio. La diferencia es que en la norma de 2002 se establece que al menos deben participar en la votación el 50% de las familias de los alumnos de todo el centro. En el texto que ultima la Conselleria de Bárbara Galmés, no se establece un mínimo obligatorio de padres para votar esa modificación.

"Así, si sólo aparecen seis padres en la votación; sólo seis padres decidirán el cambio de jornada", argumenta Jaume Ribas, presidente de la Federación de APAS de Mallorca y miembro de Coapa. Para ellos, el principal problema de este nuevo texto es que nadie se ha parado a pensar en qué tipo de horario es mejor para el desarrollo de los alumnos. Piden por ello que se abra un debate público, acudiendo a estudios sobre el tema.

Actualmente casi todos los colegios concertados tienen horario partido, mientras que en los públicos la jornada continua es mayoritaria. Este hecho, denuncia Ribas, aumenta la brecha entre los alumnos de las dos redes, algo que crea diferenciación y disfunciones sociales.

La Confederación recuerda además que en aquellos centros que no hay clase por la tarde es obligatorio que exista un plan de actividades extraescolares voluntarias y que haya un profesor de guardia durante esas horas, algo que, según indican, hace años que no se cumple. Por ello, exigirán que se incluyan mecanismos de control sobre estos dos puntos.

Miquel Martorell, director general de Planificación y Centros, niega que el borrador intente priorizar el horario continuo. Según Martorell, la nueva orden "prevé el cambio de jornada continuada a partida y viceversa", algo que antes "no se especificaba cómo hacerlo". El director general insiste en que el proyecto se limita a "precisar" algunos puntos que quedaban ambiguos en el antiguo, como puede ser el intervalo de tiempo que obligatoriamente debe haber para que los niños coman en aquellos colegios que tienen clases por la tarde.

"Una injerencia absoluta"

Por su parte, Escola Católica se postula en contra de esta futura orden por el único punto que hace referencia a los centros concertados: el que establece que deben aprobar sus horarios antes del 31 de marzo. La patronal lo ve como "una injerencia absoluta" en el funcionamiento de los colegios.

En la disposición adicional del borrador se indica que los centros docentes privados sostenidos con fondos públicos han de aprobar su jornada y su horario escolar "en el marco de la programación general anual del centro".

A continuación, la orden indica que aquellos centros concertados que quieran modificar su jornada escolar así deberán aprobarlo antes del 31 de marzo anterior al curso para el cual se propone el cambio "y de ninguna manera intentar hacerlo conjuntamente con la aprobación de la programación general anual al inicio de curso".

Escola Católica ya ha anunciado que impugnará el texto si no se modifica este punto, ya que lo consideran una intromisión en las decisiones internas y en el funcionamiento de cada centro. Marc González, su asesor jurídico, considera que de esta forma "nos quieren indicar cuándo debemos someter al Consejo Escolar la aprobación de la programación general anual" ya que consideran que no pueden "desgajar" de la programación - un texto que normalmente se aprueba en septiembre y que incluye todo tipo de aspectos sobre el curso- el punto referente a los horarios.

El asesor explica además la dificultad de planear algo así con tanta antelación, ya que en marzo "ni siquiera sabemos cuántos alumnos y cuántas clases vamos a tener". Por ello, ven "materialmente imposible" tener decidido el horario en el mes de marzo.

Desde la dirección general de Planificación y Centros puntualizan que precisamente se ha incluido este plazo en la normativa para que los padres puedan saber los horarios de todos los centros antes de solicitar plaza en alguno. La idea del departamento dirigido por Miquel Martorell es "garantizar a las familias el derecho a tener una información objetiva antes de iniciar el proceso de admisión y en vistas a la organización familiar".

La Conselleria insiste en que de momento lo que hay sobre la mesa es un borrador y recuerda que este punto sobre los colegios concertados sólo hace referencia a aquellos que quieran cambiar su horario.