El pleno del Parlament escenificó ayer la nueva etapa de acuerdos entre el Govern y el PP al aprobar, por asentimiento de la Cámara, la convalidación del decreto ley de medidas tributarias del Ejecutivo balear ante la crisis económica. El acuerdo evitó que el decreto saliera adelante gracias al diputado Bartomeu Vicens, imputado en el caso Son Oms. Para lograrlo, el conseller de Economía, Carles Manera, y el diputado popular Francesc Fiol negociaron durante este fin de semana y hasta el día de ayer. La condición del PP, que finalmente fue aceptada por el Pacto, fue que la tramitación del decreto se realizara como proyecto de ley, en lugar de quedar ayer mismo aprobado por lectura única, como deseaba el Ejecutivo balear.

Así, las medidas tributarias entrarán en vigor de inmediato, aunque posteriormente el decreto sea sustituido por la futura ley. No obstante, esta ley no modificará las medidas ya que las enmiendas del PP irán encaminadas a ampliar los beneficios a más personas, según explicó Fiol durante el debate. "Todas las iniciativas fiscales que supongan un alivio para el bolsillo de los ciudadanos son bienvenidas. Las medidas del decreto son buenas, pero son insuficientes", precisó.

El decreto contempla 12 rebajas tributarias dirigidas a ayudar a empresas, actividad inmobiliaria, acceso a la vivienda para los más desfavorecidos y "racionalizar" los beneficios fiscales al tramo autonómico del IRPF, según recordó Manera.

Govern en minoría

El consenso de ayer es la plasmación de la intención anunciada por el president Francesc Antich de llegar a acuerdos con todos los grupos parlamentarios con el fin de garantizar la gobernabilidad dado que, tras lo ocurrido con Vicens, se encuentra al frente de un Govern en minoría. Ayer por la mañana, Antich se reunió con el diputado de la Agrupación Independiente de Formentera, Josep Mayans -integrado en el grupo mixto y alineado con el PP- para pulsar su disposición a acuerdos.

El pasado viernes el president ya se había reunido con Rosa Estarás con la misma finalidad. Ayer, la líder del PP le reiteró en el pleno del Parlament su postura: "Lealtad sin entreguismo". En el transcurso de una pregunta parlamentaria a Antich sobre los apoyos con los que cuenta en la Cámara, Estarás apostó por el diálogo "desde el acuerdo" y "la seriedad", no "mediante el juego maniqueo de hablar cuando conviene". En este sentido, instó a Antich a que "fije las reglas del juego para llevar a cabo la actividad política sin convulsiones", algo que según dijo, es lo que ha caracterizado al Govern del Pacto hasta llegar a la situación actual, en la que se está produciendo "el episodio de crisis más grave de la democracia" en Balears.

El president agradeció la predisposición de Estarás al acuerdo, si bien le recordó que "desde el primer momento" su voluntad ha sido "la de sumar esfuerzos". Añadió que la decisión del Govern es "seguir gobernando", ya que cuenta con la "estabilidad y apoyos suficientes" para dar respuestas necesarias para los ciudadanos. No obstante, reiteró la necesidad de "ampliar pactos" ante una "situación tan difícil", en referencia a la crisis económica.

El clima de consenso también se advirtió en una interpelación del PP al Govern sobre la rentabilidad de los comercios, durante la cual Francesca Vives, consellera de Trabajo, pidió la colaboración del PP para aprobar la nueva Ley del Comercio.