El responsable del área de conservación del GOB, Antoni Muñoz, denunció que la conselleria de Medio Ambiente tiene previsto fumigar en esta campaña de forma experimental 600 hectáreas, cuatrocientas de ellas en Mallorca y otras doscientas en Menorca, con Diflubenzurón, un polémico insecticida que impide la muda de las orugas provocándoles la muerte pero que, según el conservacionista, "no es nada selectivo, afecta a cualquier tipo de insecto".

Muñoz recalcó que, a diferencia del Bacillus thurigiensis, insecticida de tipo biológico que persiste pocos días y que sólo es nocivo para las orugas de las mariposas, el Diflubenzurón puede llegar a permanecer en los pinos hasta un año después de haber sido fumigado ya que se dispersa mezclado con aceite para que su fijación sea mayor. "Afecta a cualquier insecto, no sólo a la oruga de la procesionaria, y la propia representante de este producto nos aseguró que cada vez se usa menos en todo el mundo. En Estados Unidos, un consumidor habitual, han dejado de utilizarlo. Alegaremos contra la utilización del Diflubenzurón y por el abandono del control biológico de estas plagas", prometió Muñoz.