Los alcaldes de los principales municipios de Balears pidieron ayer al Govern un plan de inversiones municipales, "como se hizo en su momento con el Pla Mirall" ya que, ante "la crisis en el sector de la construcción", debe impulsarse más obra pública, según explicó el alcalde de Inca, Pere Rotger (PP) tras la reunión que celebraron ayer con el president del Govern, Francesc Antich, y varios consellers.

El encuentro, según explicó la alcaldesa de Palma, Aina Calvo (PSOE), se caracterizó por la voluntad de "máxima cooperación institucional" para hacer frente a una "desaceleración económica" que se "acentuará a partir de octubre"

Sobre la petición de un plan de inversiones, el conseller de Vivienda y Obras Públicas, Jaume Carbonero, recordó que el Govern destinará hasta el próximo año 900 millones para obra pública en los municipios de las islas. A ello añadió una inversión para este año de 12 millones para la mejora de barrios. Además, "en un plazo corto" el Govern aprobará el anteproyecto de Ley de Barrios con el fin de que la Cámara balear lo apruebe en el próximo período de sesiones, tras el verano, que se traducirá también en una potente inversión.

En la reunión convocada por Antich, que se alargó durante más de dos horas, el president y los representantes municipales acordaron adoptar medidas para agilizar la tramitación administrativa para la concesión de licencias urbanísticas, además de la adaptación de los PGOU a los Planes Territoriales, con el fin de desbloquear inversiones. El conseller de Medio Ambiente, Miguel Angel Grimalt, precisó que estas medidas afectan tanto a Govern, como a Consells y Ayuntamientos. Según Pere Rotger, hay "millones de euros" de inversión paralizados en los municipios por la falta de agilidad administrativa.

Junto a ello, los alcalde también pusieron sobre la mesa la necesidad de mejorar el sistema de financiación municipal ya que "los Consistorios se han quedado como las instituciones pobres", dijo Rotger.