Trece manifestantes que el primero de mayo del 2001 participaron en una insólita batalla campal con la Policía en el centro de Palma fueron condenados ayer, en el juzgado de lo penal 6, a penas de seis meses de cárcel por desórdenes públicos, tras declararse culpables. Ocho de estos acusados también admitieron, en distintos grados, haber agredido levemente a policías y haber causado daños en vehículos con las piedras arrojadas durante los tumultos.

Los incidentes ocurrieron al mediodía del 1 de mayo, cuando un grupo de simpatizantes de la CNT y de grupos libertarios, se separaron de la manifestación oficial de los sindicatos e intentaron ocupar, de manera simbólica, la antigua sede de los juzgados de lo social, situada en la calle Font i Monteros.

La tensión fue creciendo entre los manifestantes y una dotación policial que custodiaba el edificio, donde antes ya se habían colado algunos libertarios por otros accesos. Finalmente algunos alborotadores acabaron tirando piedras contra la Policía, que tuvo que efectuar varias cargas por la zona.

Sentencia de conformidad

Los antidisturbios arrestaron a 15 personas, de las que ayer fueron juzgadas 14, una absuelta y las otras 13 condenadas.

Los acusados, defendidos por Jaime Bueno, optaron por conformarse ante una rebaja de las peticiones de condena por la fiscalía.

Los trece condenados se declararon culpables de un delito de desórdenes públicos por el que recibieron una pena de seis meses de cárcel, que no cumplirán si no tienen antecedentes, ni reinciden.

Otros encausados admitieron haber herido en la batalla campal a cuatro policiales o haber causado daños en coches, por lo que pagarán penas de multa.