La conselleria de Educación y Cultura estableció ayer que los servicios mínimos para la huelga de mañana y del próximo día 11 de los profesores de centros concertados, serán de un 30% de la plantilla.

En las últimas jornadas de paro que protagonizó este colectivo los días 14 y 15 de mayo los servicios mínimos fueron de un 10%. La consellera Bárbara Galmés explicó ayer que dicho incremento se debe a que en esta ocasión las huelgas "coinciden con el fin de curso" y porque consideran que con ese 30% de personal docente queda "garantizada la atención" a los alumnos.

Asimismo, la responsable de Educación lamentó la "falta de flexibilidad" de los sindicatos STEI-i, USO, UGT, FSIE y CCOO al rechazar la última propuesta presentada por su departamento que, según indicó, supone la equiparación salarial con el personal interino de la pública en un 99,9%.

Galmés reiteró que la última oferta del Govern, que se puso sobre la mesa el viernes pasado, situaría a los profesionales de la concertada como los docentes que reciben una mayor retribución de todo el Estado, sólo por detrás de los profesores del País Vasco. Asimismo, hablando de sexenios, la consellera indicó que sólo Cataluña y Cantabria contemplan un complemento por antigüedad y formación como el que se ofrece a los profesores de las islas.

Ante el anuncio, desde Escola Católica se indicó que "no se acaba de entender" el criterio para establecer unos servicios mínimos que consideran que no garantizan una actividad lectiva normal. Por ello piden a los padres que "si tienen alternativa" no lleven a sus hijos al colegio.

"Táctica intimidatoria"

Por otro lado, desde los sindicatos valoraron como "una táctica intimidatoria más de la consellera" el aumento de los servicios mínimos para la huelga de mañana y del próximo miércoles aunque según indicaron "la gente se mantiene dispuesta".

Así se expresaba Rafel Pons, desde CCOO, quien valoró que con estas medidas "parece que quieren poner trabas a la huelga tras el éxito de la última".