El ex president Jaume Matas impuso el nombre del obsoleto hotel Rocamar, en la carretera de Sóller al puerto, para ser demolido y a cambio trasvasar su edificabilidad hasta el municipio de Campos, mediante una área de reconversión territorial (ART). Esta operación urbanística aparece recogida en el Plan Territorial de Mallorca como la número 10.3, que prevé la demolición con carácter alternativo del hotel Don Pedro (en la Cala de Sant Vicenç, municipio de Pollença) y el mencionado Rocamar. A cambio, se permitiría el trasvase de su edificabilidad hasta sa Vinyola, en Campos, lo que equivale a la reclasificación a urbano de 42 hectáreas para unas 1.600 plazas entre turísticas y residenciales.

El propietario del hotel Don Pedro, José Luis Carrillo -dueño además de Air Madrid y la cadena Hoteles Globables- ha manifestado desde el principio su total rechazo a derribar el establecimiento, con capacidad para 284 plazas, que fue construido en la década de los años 30 en primera línea de mar y constituye un fuerte impacto visual que degrada la zona.

Según ha podido saber DIARIO de MALLORCA de algunas de las personas que intervinieron en las reuniones donde se discutieron las ART, uno de los representantes del PP se opuso en nombre del propio Jaume Matas al cierre y demolición del Don Pedro. Este cargo ´popular´ hizo valer su reivindicación con un "es una cosa directa del president", en alusión a Matas, quien al parecer tiene una relación de amistad con el empresario Carrillo.

Como alternativa, el PP señaló al hotel Rocamar. Sin embargo, y durante los trámites para la aprobación del PTM, salió a la luz que el establecimiento solleric carece de plazas turísticas, al encontrarse de baja definitiva por lo menos desde el año 2002. Pese a carecer pues de derecho de edificabilidad alguno para trasladar, el nombre del Rocamar se mantuvo en la aprobación definitiva del Plan Territorial junto al del Don Pedro, con una frase cuanto menos llamativa: "El trasvase de plazas desde el hotel Don Pedro y el hotel Rocamar tiene carácter alternativo".

76,5 millones de plusvalías

Precisamente esta ambivalencia ha llamado la atención de la Fiscalía, que considera que detrás de esta ART se esconde únicamente el interés de beneficiar a los promotores de las fincas en Campos, y así lo ha denunciado. Los fiscales no dan crédito a que una norma del rango del PTM incluya la posibilidad ambigua de derribar uno u otro hotel, a cambio de desarrollar una enorme urbanización en Campos "sin justificación legal alguna", y calculan que estas operaciones generarían unas plusvalías por valor de 75,6 millones de euros.

Este diario contactó ayer con el ex conseller de Turismo del Govern Matas, Joan Flaquer, quien dijo "desconocer absolutamente" nada de este asunto, ni haber "oído nunca que Matas influyera" para salvar el Don Pedro. Flaquer asegura además que él sólo participó en su día "en una reunión con el Consell para explicarles el Master Plan para la Platja de Palma, y lo tuvieran en cuenta" a la hora de diseñar la ART para esta zona.