El consorcio de Turisme Jove de les Illes Balears, dependiente de la conselleria de Juventud y Deportes, está inmerso en la ruina total, lo que conllevará la toma de medidas urgentes para evitar su cierre, algo inviable al tratarse de un organismo público.

El ente público ha llegado al extremo de no poder hacer frente a las facturas de los proveedores -algunas llevan más de tres años pendientes de pago-, por lo que éstos se han plantado y se niegan a trabajar más para el Govern hasta que se les abone la deuda contraída.

Ante la magnitud de la problemática, heredada por la mala gestión durante el anterior Ejecutivo del PP, el nuevo conseller responsable, Mateu Cañellas (UM), se vio obligado a solicitar hace unas semanas la ayuda de la Comunidad Autónoma. Por ello, su departamento de Intervención tiene ahora destinado a un funcionario para intentar esclarecer los números rojos en el consorcio. A la espera del informe oficial que se está redactando, fuentes del Ejecutivo han adelantado que los interventores han encontrado una deuda acumulada "elevadísima", que podría alcanzar niveles millonarios, por lo que se prevé la declaración de quiebra técnica de Turisme Jove.

No cobran desde 2006

El consorcio gestiona las instalaciones del Govern destinadas al turismo juvenil, aparte de organizar cursos de idiomas en el extranjero, actividades educativas, medioambientales, o el famoso Interrail, para recorrer toda Europa en tren.

El grave déficit presupuestario no vendría motivado por obras sino por gastos de funcionamiento, y se ceba en estos momentos en los albergues juveniles, que en muchos casos no están siendo abastecidos por los proveedores, pues a éstos se les adeudan gastos que en muchos casos se retrotraen a 2006.

Los suministradores habituales de productos tan básicos como el pan, las frutas y verduras, zumos o la carne se niegan a continuar prestando este servicio a los albergues hasta que no cobren, con la lógica problemática que esto ocasiona.

En concreto, dependen del consorcio los albergues de la Platja de Palma y el de la Victòria (en Alcúdia), que suman más de 300 plazas. También gestiona las dos casas de colonias en ca n´Arabí (Binissalem), y la de Formentera, con capacidad para unas 60 personas. Por último, Turisme Jove tutela también en la Victòria el campamento juvenil, de unas 210 plazas.

La temporada primaveral es óptima para empezar la actividad de alojamiento de grupos de jóvenes en la mayoría de estas instalaciones, si bien ante la situación actual se teme incluso por la apertura de alguna de ellas. Las que sí ya están en funcionamiento, como el albergue de la Platja de Palma, están llevando a cabo "una gestión de mínimos", explican las fuentes consultadas, hasta el punto de que el propio personal del albergue debe hacer las compras en una gran superficie comercial para preparar el desayuno o el resto de comidas para los huéspedes.

Por su parte, el conseller ha confirmado a este diario la "gravedad de la situación", si bien dijo que "es pronto aún para conocer las cifras", emplazando al informe de Intervención. Cañellas admitió haber tomado esta medida al haber detectado el alto endeudamiento.