El Grup Balear d´Ornitologia i Defensa de la Naturalesa reclama al Govern control frente a las más de 30 solicitudes que se encuentran ahora en tramitación para abrir parques fotovoltaicos en Mallorca.

La agrupación expresó ayer en un comunicado su preocupación por el hecho de que la mayoría de estos proyectos ocuparán grandes extensiones de suelo rústico, que pueden extenderse hasta los 34.500 metros cuadrados o incluso hasta los 45.000.

Según el GOB, este hecho pone en evidencia la necesidad de elaborar una planificación que parta de criterios territoriales, energéticos y ambientales para regular la ubicación de granes instalaciones de energías renovables.

Por ello, instan a las autoridades a realizar una actuación coordinada entre la conselleria de Industria, Comercio y Energía; la de Medio Ambiente y el Consell de Mallorca, así como de los ayuntamientos, para establecer y acordar los criterios que han de regir la planificación de estas infraestructuras.

La organización ecologista señala que ellos se muestran a favor de las energías renovables, pero "no a cualquier precio", indican. En este sentido, señalan algunas instalaciones a las que califican de "ejemplares".

En primer lugar, destacan la de Vernissa Nou que, situada en Santa Margalida, se ubica en un antiguo vertedero descontrolado que fue clausurado a mitad de la década de los 90 por el Ayuntamiento.

Por otra parte, la asociación elogia también el parque fotovoltaico que se pretende instalar en ses Barraques, en Petra. En este caso, la ubicación también corresponde a los terrenos de un antiguo vertedero clausurado.

Tal y cómo indican en el comunicado difundido ayer, estos proyectos de construir infraestructuras en espacios degradados, como antiguos vertederos, o en zonas ya ocupadas como polígonos industriales, superficies en suelo urbano o edificios públicos, es la mejor opción y debería ser potenciada como tal por parte de la Administración. De esta forma, se lograría que los promotores decidiesen hacer sus inversiones antes de tener que ocupar el suelo rústico.

La formación medioambiental valora positivamente la actual normativa relativa a este tipo de instalaciones, ya que consideran que ha supuesto un paso muy importante para impulsar estas vías alternativas al petróleo y señalan que en el caso de Balears, para instalar estos parques se ha de tener en cuenta la conservación de los espacios naturales protegidos y del impacto que pueden tener en el suelo rústico.