Uno de los principales puntos débiles de Balears es el grave déficit de políticas sociales que arrastra desde hace años, que durante los últimos ejercicios se ha visto agravado por el fuerte crecimiento de la población que se ha dado en las islas derivado de la inmigración, según destacaron ayer los responsables del Consell Econòmic i Social (CES) durante la presentación del pasado año.

Como ejemplo se destacó que la ley en vigor aprobada en 1987 señalaba que la inversión adecuada en políticas sociales debía suponer el 6% de los presupuestos de la Administración, un porcentaje que en Mallorca se limita al 4% y que en las Pitiüses es todavía menor, al situarse en el 2%.

El presidente del CES, Llorenç Huguet, destacó que aunque durante los últimos años en Balears se han registrado importantes avances, en materia de política social "todavía queda un largo camino por recorrer".

El informe destaca que el gasto medio por habitante en servicios sociales de atención primaria fue el pasado año de 44,8 euros, quedando Mallorca por encima de esta media, con 49 euros.

Sin embargo, existen notables diferencias por municipios. En Campanet se registra el gasto más elevado, con 136,2 euros por habitante, seguido de los 89,4 de es Migjorn Gran, los 82,5 de Sant Llorenç y los 81,68 de Andratx. En el lado opuesto se encuentra Marratxí, con únicamente 17,1 euros por habitante, Eivissa con 18,6; Santa Maria del Camí, con 22,9; y Sóller, con 24,5 euros.

Alto coste de la vida

Además, las familias de Balears deben de hacer frente a otro problema: el elevado coste de la vida en el archipiélago. Y ello se refleja en el hecho de que en relación a los ingresos, el porcentaje de hogares pobres de las islas es del 4,37%, por debajo de la media nacional del 5,88%. Sin embargo, si el cálculo se hace en relación a los gastos que deben asumir esas familias, la pobreza alcanza en Balears a un 6,89%, ya por encima del 5,86% estatal. Hay que tener en cuenta que en el archipiélago se considera pobre a los hogares en que sus miembros mayores de 18 años ingresan menos de 4.634 euros anuales de media. En Extremadura esa cifra es de sólo 2.780 euros.

Por contra, el archipiélago es la segunda comunidad autónoma, sólo superada por el País Vasco, en la que se da una mejor redistribución de las rentas. Además, se destaca que la inmigración ha tenido efectos beneficiosos, al rejuvenecer la población de las islas.