Como era previsible, otros ocho imputados en el caso ayudas, la presunta trama de corrupción en torno a subvenciones otorgadas por el Consell de Mallorca en los últimos años, se negaron ayer a declarar ante el juez Juan Manuel Sobrino, instructor de la causa. Ocho imputados, que pertenecen, o pertenecieron, a las juntas directivas de ACIDEP (Associació de Conservació y Difusió del Patrimoni), y a la Associació de Societats de Caçadors de Mallorca optaron ayer por guardar silencio alegando que el secreto sumarial les impide conocer los cargos contra ellos.

Los diecisiete imputados por el juez en esta primera tanda de declaraciones y que forman parte de las juntas directivas de varias entidades culturales y deportivas sospechosas de desviar fondos públicos a fines distintos para los que fueron entregados por el Consell han decidido no responder a las preguntas, en espera de que el juez levante el secreto sumarial previsiblemente dentro de unas semanas.

Cursillo de restauración

La denuncia inicial que dio pie a la apertura de las diligencias por el juzgado de instrucción 1 fue puesta por un grupo de ciudadanos, que imputaron a ACIDEP recibir 120.000 euros dedicados supuestamente a tres cursillos de restauración de tejidos mallorquines a los que asistieron 60 personas.

La sociedad de cazadores fue denunciada por no justificar el destino de parte de las ayudas recibidas, que fueron cuantificadas en 639.336 euros para los años 2004, 2005 y 2006.