Una de las claves que de momento centran la investigación es la densidad de la madera utilizada.

Los 1,2 millones de euros que suelen costar estos violines italianos hacen más que imposible la toma de muestras de parte de su madera. Como nadie se atreve a tocar ninguna de estas obras de arte de la música, investigadores como el doctor Berend Stoel del Centro Médico de la Unviersidad de Leiden en Holanda han optado por técnicas más sofisticadas como los rayos X o el TAC (Tomografía Axial Computarizada) que se utilizan para detectar tumores.

Las primeras pruebas y análisis que se han realizado han recurrido a la comparación entre dos Stradivarius, tres Guarneri (violines fabricados por un italiano contemporáneo de Stradivari) y ocho violines modernos hechos en EE.UU. Las variaciones en la densidad de la madera, mucho más gruesa en los violines modernos, podría ser un punto de inflexión en la investigación. El doctor Stoel cree que también es necesario indagar en los métodos utilizados por los violeros italianos para tratar la madera.